jueves, 26 de septiembre de 2024

2º ESO: Los recursos literarios

A la hora de escribir literatura, ya hemos visto que se pueden emplear una serie de herramientas lingüísticas llamadas recursos literarios, los cuales transforman un texto normal y corriente en otro cargado de belleza, más propio de la función poética del lenguaje. En esta entrada vamos a repasar todas esas figuras que hemos estudiado con muchos más ejemplos de los que vienen en el libro de texto, para que así podáis estudiarlas mejor:

1) La personificación, que consiste en atribuir a objetos sin vida o animales propiedades o habilidades de los seres humanos:

El tren tose asmáticamente por la ladera.

Las estrellas nos miraban mientras la ciudad sonreía.

El tren es un objeto sin vida, al que se le ha dado una cualidad propia de los seres vivos: la tos. Lo mismo ocurre con las estrellas, a las que se les atribuye una habilidad de ser vivo, la de mirar, o con la ciudad, que sonríe igual que los seres humanos.

2) La comparación o símil, que relaciona dos realidades que se parecen:

El árbol es como una casa para los pájaros y el techo para el vagabundo.

Hay algunos que son como los olivos, que sólo dan fruto a palos.

La clave para identificar este último, como ya os dije, es ver si hay algún como en las oraciones. Si lo hay, es completamente seguro que habrá una comparación o símil.

3)
 La hipérbole, que es una exageración:

Tanto dolor se agrupa en mi costado que, por doler, me duele hasta el aliento.

No hay océano más grande que su llanto.

Es imposible que el aliento produzca dolor a una persona, ni que un llanto humano sea tan grande como un océano; es obvio que el escrito ha exagerado en ambos casos, es decir, que ha usado hipérboles.

4) La anáfora, que consiste en la repetición de uno o más términos al principio de varios versos:


¡Oh noche que guiaste!
¡Oh noche amable más que la alborada!
¡Oh noche que juntaste!

Temprano levantó la muerte el vuelo
temprano madrugó la madrugada
temprano estás rondando por el suelo

En estos dos ejemplos, vemos cómo siempre se repiten las mismas palabras al principio de los tres versos (oh noche, por un lado, y temprano, por otro), creándose anáforas. 
 

5) La antítesis, que consiste en colocar en un mismo verso u oración dos palabras antónimas o de significado contrario u opuesto:

Me esfuerzo por olvidarte y sin querer, te recuerdo.

"Olvidar" y "recordar" son palabras antónimas, colocadas muy cerca la una de la otra para enfrentarlas y dotar de mayor significado al texto (en este caso, que la persona es completamente inolvidable). Veamos otro ejemplo:

El fuego de hielo de tu mirada me mata.

En este otro verso podemos ver dos palabras antónimas, a saber, "fuego" e "hielo", enfrentadas, puestas casi al lado la una de la otra, para dar a entender que la persona tiene una mirada fría, pero demoledora.

6) La anadiplosis, que consiste en repetir al principio de un verso la última palabra del anterior:

De ese mar surgieron tus lágrimas,
lágrimas de melancolía...

Oye, no temas, y a mi ninfa dile
dile que me muero...

A pesar de que su nombre es algo difícil de recordar (viene del griego antiguo y significa "duplicar"), la realidad es que es uno de los recursos literarios más sencillos de reconocer. A fin de cuentas, solo hay que fijarse si la última palabra de un verso y la primera del siguiente verso coinciden. Si es así, como pasa en nuestros ejemplos ("lágrimas", "dile"), tendremos una anadiplosis.

7) La epanadiplosis, otro recurso literario de repetición que se basa en la escritura de la misma palabra al principio y al final de un mismo verso o línea:

¡Preciosa, corre, preciosa!

Vete, soldadito, vete...

Silencio de la noche, doloroso silencio...

Zarza es tu mano si la tiento, zarza...

Sin duda alguna, es otro de los recursos más sencillos de reconocer. Lo único que hay que hay que hacer es ver si la primera y la última palabra del verso coinciden. Si es así, tendremos una epanadiplosis, como sucede en todos nuestros ejemplos: "preciosa", "vete", "silencio" y "zarza".

8) La metáfora, que compara, asocia e incluso sustituye un concepto real con otro imaginario:

Tus cabellos son de oro.

Lógicamente, los cabellos de esa persona no son de verdad de oro; simplemente hemos asociado una imagen, la del oro y su color, con uno real, el del pelo rubio.

En su boca lucían unas hermosas perlas blancas.
Cuando el poeta habla de perlas blancas, no se refiere a la joya que se busca en los mares y se usa para los collares; simplemente ha asociado la imagen de la perla y su belleza con la de los dientes. 

Murallas azules que van y vienen, acariciando las arenosas mejillas de África.

Al hablar de murallas azules, nos referimos, en realidad, a las olas del mar, igual que, cuando escribimos arenosas mejillas, mencionamos a las costas, a las playas de África, no a una mejilla de verdad. Esto es, asociamos imágenes reales con otras que nos inventamos, aportando así belleza al texto.

¿Alguna duda? Si es así, ¡a los comentarios!

miércoles, 25 de septiembre de 2024

2º ESO: La literatura y sus géneros

Esta semana estuvisteis estudiando lo que era la literatura, cuyo objetivo esencial consiste en crear belleza con las palabras, lo que la relaciona con la función poética. Si bien puede perseguir otros fines (expresar sentimientos, defender causas políticas o sociales, etc.), esa es su principal meta.

No obstante, es preciso indicar que no todos los textos literarios son iguales. Es más, podemos distinguir con claridad tres tipos distintos de obras literarias, es decir, tres grandes géneros literarios, que son:

a) La narración literaria: su objetivo es contar en prosa una historia con personajes en un lugar y tiempo determinados. Se diferencia de la narración no literaria o periodística (de la que hablaremos dentro de poco) en que la historia, los personajes e incluso los lugares son ficticios, imaginarios, inventados, como podemos comprobar en este caso:



En él, la historia que se nos narra (el cuervo que aprisiona el alma de Homer para toda la eternidad) no es en absoluto cierta; sus personajes no existen, como tampoco la mansión donde sucede este asombroso suceso. Asimismo, podéis notar cómo el narrador (la figura que nos cuenta los hechos) cuida mucho su vocabulario, con sinónimos, palabras cultas, recursos literarios... Es decir, crea belleza con su narración. Por todo ello, podemos concluir que se trata de una narración literaria.

b) La lírica: este género es completamente diferente al anterior. Aquí ya no se nos quiere contar unos hechos con personajes. De hecho, ni siquiera suele haber personajes. El objetivo de la lírica es, sencillamente, expresar en verso los sentimientos de una persona. Veamos un ejemplo:



En este poema (recitado por el artista musical Alejandro Sanz), su autor, el premio Nobel Pablo Neruda, se sirve de los versos para mostrarnos el sentimiento que le provoca una mujer: amor, ternura...

c) El teatro: o género dramático, también nos cuenta una historia con personajes en un lugar y tiempo determinados. Entonces, ¿en qué se diferencia de la narrativa? Veamos un ejemplo para entenderlo:



¿Qué diferencias fundamentales hay con respecto a una narración? Para empezar, no hay narrador: nadie nos cuenta lo que está pasando. Por el contrario, nos enteramos de lo que sucede a partir de los diálogos y acciones de los personajes. Además, si os fijáis bien, los personajes hablan en verso; y es que una obra de teatro puede escribirse en verso o en prosa (a diferencia de la narrativa, que se escribe, fundamentalmente, en prosa). Por último, hay que destacar una cuestión más: una narración se escribe para que la gente la lea; sin embargo, un teatro tiene un propósito bien distinto. ¿Cuál? Muy sencillo: ser representado por actores (como en este ejemplo) para un público. 

Y esto fue todo lo que vimos estos días. Si hay alguna duda, por favor, no dudéis en utilizar los comentarios. Yo os responderé lo antes que pueda. ¡Ánimo y a seguir trabajando!

jueves, 19 de septiembre de 2024

2º ESO: Funciones del lenguaje

¿Os acordáis de que, el año pasado, estuvimos estudiando los elementos de la comunicación, que hemos repasado en la primera clase de este curso? Pues bien, las funciones del lenguaje (que, os recuerdo, son las distintas intenciones que podemos tener a la hora de comunicarnos) están muy relacionadas con estos. ¿Y qué vínculo presentan? Vamos a averiguarlo en esta entrada a medida que estudiemos dichas funciones. Veamos:

FUNCIÓN REFERENCIAL



Mediante esta función del lenguaje, el emisor persigue informar, de forma más o menos objetiva, sobre un asunto determinado. Lo apreciamos en este vídeo sobre Pau Gasol: la periodista, que es la emisora, procura transmitir una información sobre la realidad (el debut de Gasol con la selección española) sin emitir opiniones al respecto, limitándose exclusivamente a aportar datos. En eso consiste la función referencial, que estaría relacionada, por consiguiente, con el contexto o la situación comunicativa. No en vano, en este punto no nos interesa lo que piense el emisor o el receptor, ni cuál sea el canal o el código empleados para producir el mensaje: lo único que nos interesa es informar sobre un aspecto de la realidad que nos rodea, esto es, un aspecto de nuestro contexto comunicativo.

FUNCIÓN EXPRESIVA



Bonita escena, ¿verdad? En ella, podemos ver a un chico declarar su amor incondicional a una chica. Y, en eso, precisamente, consiste la función expresiva, en manifestar nuestras emociones o sentimientos a los demás, ya sean de amor, odio, tristeza, alegría... De ahí que también se la conozca como función emotiva. Y, evidentemente, está relacionada con el emisor, quien la emplea para expresar lo que siente.

FUNCIÓN CONATIVA



Este es un ejemplo perfecto de la función conativa o apelativa, que nos permite dar órdenes, lanzar peticiones o ruegos... En este sentido, podemos ver a un pobre y desesperado decurión romano ordenando a sus soldados que guarden silencio, que se pongan en fila, que le digan lo que está diciendo el despistado legionario bretón, etc. Incluso Obélix se atreve a mandar a callar al decurión cuando la situación se vuelve "insostenible". En esta ocasión, la función conativa está vinculada al receptor, puesto que, gracias a ella, conseguimos que dicho receptor actúe de una forma determinada, de acuerdo a nuestros deseos.

FUNCIÓN POÉTICA



Es aquella que utilizamos para crear belleza con el lenguaje. El poema de Bécquer (que ya os sonará del año pasado) es un claro ejemplo, pues emplea en el mismo multitud de metáforas, hipérboles, comparaciones y otros recursos literarios, además de un vocabulario exquisito y culto... No es una forma normal y corriente de expresarse, sino una que busca la belleza con las palabras. Esta función poética, que es la que habitualmente se emplea en la literatura (o los refranes, las canciones...), se relaciona con el mensaje, puesto que lo que más nos importa, al recurrir a ella, es que este sea lo más hermoso posible. 

FUNCIÓN METALINGÜÍSTICA


La metalingüística es, sin lugar a dudas, la más sencilla de reconocer, pues es aquella que nos permite hablar sobre conceptos relacionados con la lengua: la morfología, la fonética, la sintaxis... O, como en el ejemplo que os he puesto, sobre ortografía. En este caso, el elemento de la comunicación que más nos preocupa es el código, ya que queremos saber cómo funciona, qué reglas tiene, etcétera.

FUNCIÓN FÁTICA


En este vídeo podemos ver a dos niños intentando comunicarse mediante un 'walkie-talkie'. Lamentablemente, no se escuchan del todo bien, por lo que están continuamente preguntándose el uno al otro si se escuchan, si han recibido sus mensajes... En eso, de hecho, consiste la función fática: asegurarnos de que nuestro mensaje ha llegado adecuadamente al receptor. Esta función, por tanto, se interesará por el canal y, más concretamente, que este funcione de forma correcta para que nuestros mensajes puedan ser recibidos.

2º ESO: La comunicación. Tipos y elementos

Entendemos la comunicación como la acción o proceso por el que una o varias personas (emisores) transmiten un mensaje con información a otra u otras (receptores). Si nos comunicamos mediante palabras, ya sean habladas o escritas, decimos que empleamos la comunicación verbal; si, por el contrario, utilizamos gestos, signos, expresiones faciales, proxemia..., es decir, todo lo que no sean palabras, decimos que es comunicación no verbal.

Podemos afirmar, por tanto, que, para que podamos comunicarnos, debe haber una serie de elementos fundamentales. De lo contrario, no habrá comunicación. En este sentido, ya hemos visto tres de ellos, a saber:

* El emisor, quien es el que transmite el mensaje al receptor.

* El receptor, que es aquel que recibe el mensaje del emisor y lo interpreta.

* El mensaje, el cual consiste en aquella información que el emisor quiere transmitir al receptor.

Sin embargo, no son los únicos que existen. Hay otros tres que también son muy importantes y debemos tener en cuenta. Esos tres son:

1) El código, que es el conjunto de palabras, signos y reglas que podemos emplear para construir un mensaje y, así, comunicarnos. Veamos un ejemplo:


¿Qué ha pasado en este vídeo? El receptor, que es el señor mexicano, no entiende bien el inglés y, por eso, cuando el camarero (el emisor) le pregunta si quiere hielo en esa lengua (código), el receptor no comprende lo que quiere decir. Por eso no ha habido comunicación. Para que dos personas se puedan comunicar, ambas deben conocer el código con el que se crea el mensaje. En otras palabras, si el camarero supiera hablar español, el mexicano le habría entendido a las mil maravillas.

Existen códigos verbales, como las lenguas (español, inglés, francés), y no verbales, como las señales de tráfico o el Morse.

2) El canal, que se define como el medio por el que se transmite el mensaje. Sin canal, el mensaje nunca llegaría al receptor, por lo que no habría comunicación. Veamos un ejemplo:


¿Qué canales son necesarios para que el mensaje del emisor ("Hola, ¿vamos al cine?") llegue al receptor? Para empezar, necesitaremos que el teléfono que están empleando funcione correctamente. De lo contrario, el mensaje nunca le llegará al receptor. Del mismo modo, para que el receptor pueda oír, precisa de la existencia de aire, dado que el sonido se transmite por esa sustancia. En consecuencia, aquí habría dos canales principales: el aire y el teléfono.

Pueden funcionar como canales sustancias como la luz, el aire o el agua; aparatos como la televisión, el teléfono, el ordenador o el móvil; objetos de papel como un folio, un cuaderno, un libro o un periódico; e incluso partes del cuerpo como los ojos (para ver cualquier mensaje escrito o dibujado) o el oído.

3) El contexto, que es, simplemente, la situación en la que se encuentran el emisor y el receptor, que puede ser desde una clase hasta un grupo de amigos hablando en la calle, pasando por una entrevista de trabajo o varias personas haciendo cola en una carnicería.

Veamos algunos casos prácticos para que entendamos bien cuáles son estos elementos de la comunicación


Emisor: Aragorn. Es el que se dirige a los soldados, así que está claro.

Receptor: Los soldados. También evidente, ¿cierto?

Mensaje: El discurso que Aragorn pronuncia para arengar a los soldados y animarles a luchar.

Código: si os fijáis detenidamente, Aragorn emplea sobre todo dos. Por un lado, cuando habla, utiliza el español (recordad que, siempre que se dé un caso de comunicación verbal -ya sea oral o escrita-, el código será la lengua o idioma que utilice el emisor); pero, al mismo tiempo, está recurriendo a gestos, por lo que también estaría usando el código gestual (otro recordatorio más: cuando alguien habla, siempre se apoya en gestos y otros elementos de la comunicación no verbal).

Canal: para las palabras dichas por Aragorn, el aire (recordad que el aire, cuando se habla cara a cara, es el encargado de transportar el sonido desde el emisor al receptor); y para los gestos, la luz (todos los recursos de la comunicación no verbal, con la salvedad del tono, se perciben con la mirada, por lo que su canal siempre será la luz, sin la cual no podríamos ver).

Situación o contexto: una batalla.


¿Qué elementos tenemos aquí?

Emisor: El periódico El País, que es el que informa sobre los acontecimientos de actualidad.

Receptor: El lector (quien, por cierto, es Mario Vargas Llosa, premio Nobel de Literatura).

Mensaje: Las noticias del día.

Código: como hay comunicación verbal, esto es, palabras, el código será, tal como he explicado antes, el idioma o lengua que se haya utilizado para decir o escribir esos términos. En este caso, el idioma usado es el español, por lo que el código será el español. Pero, además, hay fotografías, así que habría otro código más: el de las imágenes o fotos.

Canal: como aquí no está hablando nadie ni hay ningún sonido que actúe en la comunicación, el aire no sería el canal esta vez. Al contrario, dado que las palabras están escritas y las imágenes impresas, es evidente que el primer canal que hemos de tener en cuenta es el de la luz; pero, si las palabras y fotos no estuvieran en el papel del periódico, el lector no podría leerlas, ¿cierto? Por tanto, hay dos canales: la luz y el papel (Recordad: si las palabras están escritas, el canal también será el material donde estén, ya sea un papel de periódico, de cuaderno o de libro; o la pantalla de un ordenador).

Situación o contexto: un hombre leyendo el periódico.

Emisor: El programa de televisión.

Receptor: Los niños.

Mensaje: Las aventuras que les ocurran a los personajes del programa.

Código: como los personajes hablan, es decir, usan palabras, el código, por una parte, será el idioma que estén usando, que, en este caso, es de nuevo el español. Sin embargo, Pocoyó y sus amigos también realizan gestos, por lo que también hay código gestual en este acto comunicativo.

Canal: vayamos paso a paso, porque aquí se complica la historia. Por un lado, en esta situación hay sonidos, palabras dichas por los personajes de la serie de televisión que llegan hasta los oídos de los dos niños; por lo tanto, el aire actuaría como canal. Por otra parte, hay gestos e imágenes que nos llegan por medio de la vista, así que la luz también formaría parte del canal. No obstante, para que esos sonidos e imágenes sean escuchados y vistos, respectivamente, por los niños, también se necesita un aparato de televisión, ¿no es así? Sin una TV, los críos no podrían ver Pocoyó. Por consiguiente, decimos que hay tres canales: el aire, la luz y la televisión.

Situación o contexto: unos niños viendo Pocoyó.


Emisor: El hombre de la barba que llama por teléfono.

Receptor: La persona a la que llama.

Mensaje: "¡Hello!"

Código: como los personajes hablan, es decir, usan palabras, el código, por una parte, será el idioma que estén usando, que, en este caso, es el inglés.Y, como las dos personas que se comunican no se ven, no hay gestos ni nada por el estilo, por lo que, en esta ocasión, sólo el inglés actúa como código.

Canal: aquí sucede algo muy parecido a la situación anterior. Los sonidos entran en juego durante la comunicación, por lo que el aire será parte del canal; pero las palabras del hombre que está llamando no podrían llegar a la otra persona si no fuera por el teléfono, ¿verdad? Por tanto, los canales serían dos: el aire y el teléfono. Como os habréis dado cuenta, si algún aparato interviene en la comunicación, llevando los sonidos o las imágenes desde el lugar en que se emiten hasta los receptores, éstos también actúan como canales.

Situación o contexto: un hombre realizando una llamada de teléfono en el siglo XIX.

lunes, 16 de septiembre de 2024

Tutorial de bienvenida

¡Bienvenidos, alumnos, a vuestro rincón virtual para la asignatura de Lengua castellana y Literatura! Como ya os he comentado en clase, en este espacio vais a tener a vuestra disposición apuntes, resúmenes y el vocabulario de todos y cada uno de los temas que vayamos viendo a lo largo del curso. De esta forma, siempre tendréis a mano, y en vuestras propias casas, un material adicional para preparar los exámenes, completar el libro de texto, realizar las actividades y trabajos que pida, etcétera.

Asimismo, durante estos próximos días, os iré colocando las instrucciones de los trabajos que os mande (las cuales, por supuesto, también os daré en clase), así como la lectura obligatoria del trimestre. Todo aparecerá en forma de pestaña, es decir, se encontrarán siempre en la parte superior de esta página, encima de todos los contenidos.

Por otro lado, en la columna de la derecha tenéis el buscador (para encontrar cualquier entrada de este blog); un enlace para la biblioteca virtual (donde podréis encontrar gran cantidad de libros, entre ellos los de las lecturas obligatorias); o el archivo del blog (para hallar por meses todo lo que se haya publicado en esta web).

Para terminar, os voy a explicar un poco lo de los comentarios. Debajo de cada entrada tendréis un enlace con un número y la palabra 'comentarios':



Si pincháis en ese 'link', os saldrá esta ventana emergente:

Escribid vuestra consulta, duda o pregunta en el espacio en blanco, pinchad en Nombre/URL, poned vuestro nombre y primer apellido en el campo Nombre y dadle, por último, a Publicar comentario. ¡Recordad! No contesto a mensajes anónimos.

Espero que este blog os resulte de muchísima utilidad para mantener vuestro aprobado en Lengua. ¡Ánimo y a trabajar!