jueves, 27 de octubre de 2022

1º ESO: Los signos

De entre todos los conceptos que hemos visto este mes sobre comunicación, posiblemente lo más complicado hayan sido los signos y sus tipos, ¿verdad? Para que no olvidéis nada de lo que os he estado explicando, os pongo un breve resumen con los ejemplos de clase, el cual espero que os sirva cuando estudiéis y repaséis esta materia.

Empecemos con la definición de signo, que es aquella señal o imagen que podemos percibir con los sentidos (generalmente por la vista) y que posee un significado que tanto el emisor del signo como sus receptores han de conocer para comprenderlo. Lógico: si no sabemos qué quiere decir el signo, no lo entenderemos, no nos llegará el mensaje y, por tanto, no habrá comunicación.

Todos los signos tienen dos partes, a saber, el significante, que es lo que percibimos, lo que vemos sin más; y el significado, lo que quiere decir dicho signo. Recordad el ejemplo de esta señal de tráfico:


¿Cuál sería su significante? Lo que simplemente vemos, es decir, un triángulo rojo invertido sobre fondo blanco. ¿Y su significado? Que hay que ceder el paso a otros vehículos.


En función a la relación que exista entre el significante y el significado, podemos encontrarnos con tres tipos de signos:

Iconos, cuando el significante y el significado se parecen mucho o son iguales. Por ejemplo:

¿Significante? Un sol. ¿Significado? Que va a hacer sol.

 ¿Significante? Un hombre nadando. ¿Significado? Que en ese lugar se puede nadar.

¿Significante? Un teléfono móvil tachado. ¿Significado? Que en ese lugar no se pueden usar móviles.

* Símbolos, cuando el significante y el significado no tienen ninguna semejanza o relación lógica directa; es decir, cuando lo que vemos no se parece en prácticamente nada a lo que entendemos al ver el símbolo. Por ejemplo:

¿Significante? Una paloma blanca con una rama en el pico. ¿Significado? La paz.

¿Significante? Un trébol. ¿Significado? La suerte.

¿Significante? Una E con dos rayas en medio. ¿Significado? La moneda euro.

Como podéis apreciar, un icono se entiende perfectamente nada más verlo.Un símbolopor el contrario, no; hemos de saber con anterioridad lo que significa para que podamos comprenderlo o, si no, jamás averiguaremos lo que nos quiere decir.

* Indicios, cuando, al ver el significante, entendemos enseguida que antes de que dicho significante apareciera, ha tenido que ocurrir algo. Por ejemplo:
Cuando vemos este indicio (una tarta con un mordisco), entendemos de inmediato que alguien se ha comido antes un cacho. 

Cuando vemos a este niño manchado de pintura, comprendemos que antes ha estado jugando con ella.
Cuando vemos a este niño con la marca de carmín en su cara, sabemos enseguida que, antes, alguien con los labios pintados le ha dado un beso.

Espero que no haya ya dudas al respecto, pero, si todavía algo de todo esto no os ha quedado claro, por favor, hacedme las preguntas que queráis en los comentarios.

miércoles, 26 de octubre de 2022

1º ESO: Reglas de acentuación

Una de las faltas de ortografía más comunes que presentan vuestros exámenes y trabajos es la de no poner la tilde donde le corresponde estar. Por ello, os escribo esta entrada para recopilar todas las reglas de acentuación que debéis conocer y manejar. Prestad mucha atención a ellas, porque es cierto que son muy sencillas, pero, al mismo tiempo, son fáciles de olvidar cuando escribimos y, por culpa de eso, se pierden muchos puntos (e incluso aprobados). 

Sin más preámbulos, estas son las normas:

1) Las palabras agudas son aquellas cuya sílaba tónica es la última y se acentúan si acaban en vocal, -n o -s. De ahí que palabras como maniquí, revés o melón lleven tilde, mientras que amistad, lealtad, cartel o mujer, que son agudas pero no finalizan en vocal, -n o -s, vayan sin acentuar.

2) Las palabras llanas son aquellas cuya sílaba tónica es la penúltima y se acentúan si NO acaban en vocal, -n o -s. Es decir, un término llano se acentuará únicamente si tiene al final cualquier consonante que no sea la N o la S. Por ello, acentuamos vocablos como mármol, tórax, cárcel, huésped o mártir (que terminan en consonante que no sea -n o -s), mientras que divertido, imagen, amable, caluroso, planta, mesa o martes no presentan tilde alguna.

3) Las palabras esdrújulas y sobresdrújulas son aquellas cuya sílaba tónica es la antepenúltima o la anterior a la antepenúltima, respectivamente, y se acentúan SIEMPRE

4) En el caso de que la sílaba acentuada contenga un diptongo, SIEMPRE seguiremos las tres reglas anteriores. Lo único que debemos tener en cuenta es dónde va la tilde. En este sentido, no olvidéis que, si el diptongo va formado por una vocal abierta (A, E, O) y otra cerrada (I, U), o viceversa, la tilde ha de ir forzosamente en la abierta (A, E, O), ya que, de lo contrario, se produciría un hiato. Ejemplos: acuático, relación, murciélago.

5) Si el diptongo va formado por la unión de dos vocales cerradas (I, U), la tilde va SIEMPRE en la segunda vocal. Ejemplos: construí, huido, viuda, cuídate, constituís.

6) Los triptongos consisten en la unión de tres vocales en una misma sílaba, siguiendo SIEMPRE este esquema:Cerrada + Abierta + Cerrada. Para acentuar un triptongo,seguiremos las tres primeras reglas de este listado, teniendo que colocar la tilde SIEMPRE en la vocal abierta. Si la tilde fuera en una de las dos cerradas, se produciría un hiato y se rompería el triptongo. Ejemplos: puntuáis, acariciéis, copiáis.

7) En cuanto a los hiatos (dos vocales que van escritas una al lado de la otra, pero que no forman parte de la misma sílaba)recordad que hay dos tipos. Por un lado, están los hiatos formados por una vocal abierta (A, E, O) y otra abierta. En estos casos, una vez más, acentuaremos siguiendo las tres reglas, colocando la tilde en la segunda vocal abierta. Ejemplos: aéreo, coágulo, poeta, teatro, peón.

8) Por otra parte, si el hiato estuviera formado por una vocal abierta y una cerrada sobre la que recaiga el golpe de vozacentuaremos SIEMPRE la cerrada, aunque vaya en contra de las reglas que manejamos en todos los demás casos. Ejemplos: día, escogía, laúd, baúl.

¿Alguna duda? ¡Pues a los comentarios! 

jueves, 20 de octubre de 2022

1º ESO: Tipos de narrador

Uno de los asuntos más complejos a la hora de analizar una narración es el tipo de narrador que presenta. No es para menos: hay distintas clases y distinguirlas puede resultar complicado. Con todo, vamos a intentar en esta entrada que las comprendáis bien. 

Para empezar, debemos señalar que existen dos clases primordiales de narrador:


 

En el primer vídeo habréis percibido que Homer es el narrador de la historia, es decir, un personaje de la narración es el que asume la función de narrador. Lo sabemos porque utiliza frecuentemente verbos y pronombres en primera persona ("meditaba yo"; "cabeceaba"; "oí"). A esto lo conocemos como narrador interno o en primera persona.

Por el contrario, en el segundo, la narradora era Hermione, la cual no forma parte de la historia de los tres hermanos. Al contrario, se encuentra fuera de ella. Es, por consiguiente, un narrador externo o en 3ª persona, dado que emplea verbos y pronombres que, efectivamente, están en 3ª persona: "había", "viajaban", "llegaron", "agitaron", "hicieron"...

Dentro de ese narrador externo, existen otras dos subcategorías, a saber:

* El narrador externo objetivo es aquel que cuenta una historia mientras va viendo cómo se desarrolla en el presente. Por tanto, solo puede contar lo que está pasando ahora mismo, sin poder remontarse al pasado o al futuro. Tampoco sabe lo que los personajes sienten o piensan. Un ejemplo lo tenemos en esta narración:

 
El periodista Manolo Lama no tenía ni idea de cómo iba a acabar la jugada de España cuando Jesús Navas cogió el balón en la banda. De hecho, se lo oye resoplar cuando la defensa holandesa despeja el centro de Torres. Por eso es un narrador externo (no está jugando con los futbolistas, a fin de cuentas) objetivo: solo sabe lo que pasa en el presente y nada más. Y eso es lo único que nos puede contar.

* El narrador externo omnisciente. La palabra 'omnisciente' procede del latín 'omnis', que significa 'todo'; y 'scientia' (ciencia, conocimiento). Por tanto, un narrador omnisciente es el que lo conoce todo y puede contarle al lector-espectador todo. Así, un narrador omnisciente puede mostrar no solo el presente, sino también el pasado y el futuro; puede contarte los secretos de los personajes; y puede revelar sus sentimientos y sus pensamientos. Aquí tendríamos un buen ejemplo:

 

El narrador, para empezar, es externo, dado que no es un personaje de la historia y emplea verbos en 3ª persona ("vivía", "era"). Acto seguido, sabemos que es omnisciente porque te cuenta cómo son los sentimientos del príncipe en todo momento: egoísta y consentido al principio; repugnado al ver el aspecto horrible de la anciana; arrepentido cuando ve al hada en su forma verdadera; desesperanzado cuando ve que la rosa se marchita... Asimismo, revela cómo el hada no ve amor en el corazón del príncipe (un narrador objetivo es incapaz de percibir esos sentimientos). Por eso sabemos que es omnisciente. 

En resumidas cuentas, para distinguir un narrador omnisciente de uno objetivo, debemos tener en cuenta que:

1) El objetivo solo puede contar lo que pasa en el presente y, por tanto, todos los verbos estarán en presente.

2) El omnisciente puede hablar del presente, el pasado y el futuro, por lo que podrá utilizar cualquier tiempo verbal.

3) Como un narrador omnisciente puede narrar en cualquier tiempo, puede dar saltos temporales, es decir, puede viajar del presente al pasado; o del presente al futuro si así lo desea.

4) Un narrador objetivo solo puede contar lo que ve, así que desconoce los pensamientos y los sentimientos de los personajes.

5) Un narrador omnisciente lo sabe todo: sentimientos, pensamientos, secretos... Por tanto, si vemos cualquier verbo que indique emociones (amar, odiar, gustar, alegrar, entristecer, etc.) o pensamientos (pensar, recordar, soñar, etc.), estaremos ante un narrador omnisciente.

Veamos algunos ejemplos:

 

El cuento de los tres hermanos, contado por Hermione, tendría un narrador externo, tal como explicamos anteriormente. Asimismo, ese narrador sería omnisciente, dado que sabe cómo se siente la Muerte cuando los hermanos crean el puente (contrariada). También nos revela que la Muerte finge felicitarles: si fuera objetivo, no sabría que la Muerte estaba mintiendo en ese momento a los hermanos. Igualmente, el narrador pega un salto temporal de muchos años para contarnos el final de la historia.
 

Este de aquí sería un narrador externo (no forma parte de la historia) y objetivo. A fin de cuentas, nos va mostrando la historia con su cámara a medida que esta va sucediendo; y en ningún momento nos revela lo que va a pasar al final (Putin destruyendo el mundo con las zapatillas). Si hubiera sido omnisciente, en algún momento nos lo habría dejado caer.
 

De nuevo estaríamos ante un narrador externo objetivo: el narrador, al principio de la historia, ignora que el chico posee poderes. De hecho, no nos lo revela hasta que el mismo protagonista los utiliza por primera vez para coger sus llaves. Uno omnisciente nos habría dicho desde el planteamiento que el chico tenía esas habilidades psíquicas y que por eso lo perseguían. Del mismo modo, el narrador nos cuenta la historia a medida que esta va ocurriendo.
  Esto de aquí sería un narrador externo omnisciente: sabe que la princesa sufrió un hechizo en el pasado y que el dragón que la custodia es terrible. También nos cuenta que la princesa sigue esperando a que la rescate su amor verdadero para darle su primer beso. Un narrador objetivo solo sabría que hay un castillo con un dragón, y nada más (no vería si la princesa está viva, ni lo que ella siente o está esperando).
  Obviamente, esto es un narrador interno: la que cuenta la historia es un personaje (Alegría) y lo hace con verbos y pronombres en primera persona.


Y esto de aquí sería un narrador externo objetivo. Las razones son varias: en ningún momento sabe cómo va a acabar el partido. Ni siquiera sabe que Diego Carlos meterá su espectacular gol de chilena en la jugada a balón parado que dará al Sevilla el título. Solo nos cuenta lo que va pasando en el campo a medida que el partido transcurre. Tampoco nos revela cómo se sienten los futbolistas o qué piensan.

1º ESO: La narración

1.- ¿Qué es una narración?

Aquella que nos cuenta una historia, es decir, una serie de hechos o acontecimientos (que pueden ser reales o imaginarios) que viven unos personajes en un lugar y un tiempo determinados. Dicha historia nos la ha de contar siempre un narrador.

2.- 
¿Qué elementos tiene un texto narrativo?

* El espacio: el lugar en el que ocurren los hechos que nos están contando. Puede ser real, imaginario... Por ejemplo, El Quijote tiene lugar en Castilla (sitio real); Las Crónicas de Narnia, en Narnia (imaginario)...

* El tiempo: cuándo ocurren los acontecimientos que nos narran en el texto. Aquí debemos estar pendientes de la época histórica (o tiempo externo) en la que suceden los hechos (por ejemplo, El sol no se detiene tiene lugar en la Prehistoria; las aventuras de Sherlock Holmes, en el siglo XIX); y del tiempo de la historia (o tiempo interno), es decir, de la cantidad de tiempo que pasa entre el comienzo y el final de dicho relato (por ejemplo, en El Señor de los Anillos, el viaje de Frodo para destruir el anillo dura dos años).

* Los personajes: que pueden ser principales (los que llevan el peso de los acontecimientos, como Frodo, Don Quijote, los hermanos Pevensie...) o secundarios (tienen menos importancia en el relato, aunque participen en él). Los principales, a su vez, pueden ser protagonistas o antagonistas (el que se opone al protagonista e intenta impedir que logre sus propósitos).

* La estructura: aquí distinguimos el planteamiento (donde se presentan los acontecimientos y los personajes), el nudo (donde se van desarrollando los hechos) y el desenlace (el final, cómo concluye la historia). Por ejemplo, en El Hobbit, el planteamiento estaría conformado por cómo Bilbo Bolsón conoce a Gandalf y los enanos y emprende con ellos una aventura que él no deseaba vivir; compondrían el nudo todas las diferentes peripecias que va viviendo Bilbo en su viaje (los trolls, las arañas, la huida del reino de los elfos, el encuentro con Smaug...); y, en el desenlace, vemos cómo Bilbo regresa a casa sano y salvo, transformado en un hobbit nuevo, más valiente y sabio.

* El narrador: la persona que nos cuenta los hechos del relato. El narrador que puede relatarnos la historia puede ser un personaje de la misma, que lo narra todo en primera persona; o alguien completamente ajeno a los hechos que están sucediendo, por lo que los cuenta en tercera persona. Al primero lo denominaríamos narrador interno, el cual puede ser el mismo protagonista de la historia, o bien cualquier otro personaje (el antagonista, un secundario); mientras que el segundo es un narrador externo.

Veamos un ejemplo para entenderlo perfectamente:

 

Este vídeo sería una narración con total seguridad, dado que un narrador (el periodista Manolo Lama) nos cuenta una historia (el gol que dio a España el Mundial de fútbol) que les sucedió a unos personajes que se encuentran en un tiempo y un espacio determinados. Más concretamente, los protagonistas serían los futbolistas de la selección española; los antagonistas, el equipo de Holanda (quiere impedir que España gane el Mundial); y los secundarios, el público y los árbitros. El espacio se situaría en el estadio de fútbol de Johanesburgo (Suráfrica), mientras que el tiempo externo sería el 11 de julio de 2010. En cuanto al tiempo interno, desde que Navas comienza la jugada hasta que España celebra el gol pasan unos 30 segundos; mientras que el narrador, al no participar en la historia (es un periodista que está contando desde fuera los hechos), sería externo.

jueves, 6 de octubre de 2022

1º ESO: Guía para el examen del jueves 13

  * Fecha: jueves 13 de octubre

* Páginas: 9, 10, 11, 15, 18, 19 (el 5.1 y el 6 NO), 167 (el punto 1), 186 y 191.

* Entradas de utilidad:

- Elementos de la comunicación: aquí podréis ver cómo se deben analizar los distintos elementos de una situación comunicativa (emisor, receptor, código, canal, mensaje), con ejemplos diversos.

- La sílaba. Diptongo, triptongo e hiato: esta es la entrada que debéis visitar si tenéis alguna duda de cómo se divide una palabra en sílabas, sobre todo cuando se dan fenómenos como el diptongo, el triptongo o el hiato.

- Las lenguas de España: aquí tenéis un repaso a fondo de cómo surgen las distintas lenguas que hay en España, así como las características del andaluz.

- La literatura y sus géneros: en esta entrada disponéis de una definición precisa, y con ejemplos, de todos los distintos géneros literarios que existen.

- Definiciones del tema 1: todo el vocabulario y la teoría que entra en el examen.

1º ESO: Definiciones del tema 1


Comunicación: acto por el que una o varias personas, llamadas emisores, envían un mensaje con información a otra u otras que reciben el nombre de receptores. Puede ser de dos tipos, a saber, verbal (que implica el uso de palabras) y no verbal (gestos, proxemia, tono, imágenes, signos, etc.), las cuales pueden utilizarse al mismo tiempo.

* Comunicación verbal: aquella que se basa exclusivamente en el empleo de palabras, ya sean habladas o escritas.

* Comunicación no verbal: aquella que se basa en el uso de gestos, proxemia, signos, imágenes, tono, etc. Es decir, utiliza todos aquellos elementos comunicativos que no sean las palabras.

* Emisor: aquella persona que desea transmitir el mensaje.

* Receptor: aquella persona que recibe e interpreta el mensaje del emisor. 

* Mensaje: Información que transmite el emisor al receptor para que éste último la comprenda. Por ello, el mensaje siempre ha de estar adecuado al receptor y a la situacion comunicativa.

* Código: conjunto de reglas y signos que permite la creación e interpretación de un mensaje, y que tanto el emisor como el receptor han de conocer para poder comunicarse. En el caso de la comunicación verbal, el código será la lengua o idioma que se esté empleando en esa conversación o escrito; en el de la no verbal, existen multitud de códigos, uno por cada elemento perteneciente a este tipo de comunicación (para los gestos, el código gestual; para las señales de tráfico, el código de circulación; etcétera).

* Canal: medio físico que permite la transmisión del mensaje desde el emisor al receptor. En la lengua oral, el canal siempre será el aire; en la escrita, el papel o soporte informático donde se encuentren las letras; y, en la comunicación no verbal, la vista actuará como tal. Tampoco podemos olvidar que, si necesitamos algún aparato para comunicarnos, dicho artefacto también actuará como canal (por ejemplo, si hablamos por teléfono, el aire no será nuestro único canal, sino también el teléfono; si vemos la televisión, tanto la vista como el televisor actuarán como canales).

* Situación comunicativa: también llamada contexto, son las circunstancias que rodean a la transmisión del mensaje, como el lugar, la época, la clase social, la madurez, etc. 

* Sílaba: conjunto de sonidos que se pronuncian juntos.

* Diptongo: fenómeno silábico que se produce cuando se unen, en una misma sílaba, una vocal abierta y una cerrada, o dos cerradas.

* Triptongo: fenómeno silábico que se produce cuando se combinan, en una misma sílaba, una vocal abierta entre dos cerradas.

* Hiato: fenómeno silábico que se produce cuando dos vocales que se escriben juntas, pertenecen a sílabas distintas. Tiene lugar cuando las dos vocales son abiertas, o cuando una es abierta y la otra es cerrada y está acentuada.

* Latín: lengua inventada por los romanos que impusieron en toda la Península Ibérica tras su conquista y de donde nacen el castellano, el gallego y el catalán.

* Lengua romance:
idioma europeo que procede del latín, como el español, el francés, el italiano, el portugués, el catalán o el gallego.

* Castellano: también llamado español, es una lengua romance que surge durante la Edad Media procedente de un mal uso del latín en la Península Ibérica. Es la lengua oficial de nuestro país.

* Catalán: lengua romance que surge durante la Edad Media procedente de un mal uso del latín en la costa este de la Península Ibérica. Es lengua cooficial de nuestro país en Comunidades autónomas como Cataluña o las islas Baleares. También es el principal idioma de Andorra.

* Gallego: lengua romance que surge durante la Edad Media procedente de un mal uso del latín en el noroeste de la Península Ibérica. Se separó del portugués en el siglo XV para convertirse en una lengua independiente. Es lengua cooficial de nuestro país en Galicia. 

* Vasco: también llamado euskera, es una lengua prerromana, es decir, que existía antes de la invasión romana de la Península Ibérica. Se desconocen sus verdaderos orígenes. Es lengua cooficial de nuestro país en Comunidades autónomas como el País Vasco y Navarra.  

* Dialecto:
forma de hablar de una lengua en una región concreta.

* Andaluz: dialecto del castellano o español que se habla en la Comunidad Autónoma de Andalucía. Se caracteriza por el seseo (cambiar la C o Z por la S), el ceceo (cambiar la S por la C o la Z), el yeísmo (pronunciar la LL como una Y) y la eliminación de consonantes al final de una palabra.

* Literatura: conjunto de obras artísticas construidas con palabras, cuyo objetivo es crear belleza mediante un uso particular del lenguaje, además de influir en la sociedad.

* Género literario: cada uno de los grandes grupos en los que se clasifican, en función de su intención, contenido y forma, los distintos textos literarios. Son tres, a saber, el lírico o poético, el narrativo y el teatral o dramático.

* Género lírico: aquel que engloba a todas las composiciones literarias en las que el autor expresa sus sentimientos o ideas. Estas obras suelen estar escritas en verso, con una métrica y una rima.

* Género narrativo: aquel que se ocupa de las obras en las que un narrador cuenta una historia con una serie de personajes que viven en un tiempo y un lugar determinados. Suele escribirse en prosa.

* Género teatral: aquel que nos cuenta una historia a través de los diálogos de los personajes, sin que intervenga ningún narrador. Estas obras se componen para ser representadas por unos actores ante un público, y pueden estar escritas en verso o prosa.

miércoles, 5 de octubre de 2022

1º ESO: La literatura y sus géneros

Esta semana estuvisteis estudiando lo que era la literatura, cuyo objetivo esencial consiste en crear belleza con las palabras. Si bien puede perseguir otros fines (expresar sentimientos, defender causas políticas o sociales, etc.), la estética es su principal meta.

No obstante, es preciso indicar que no todos los textos literarios son iguales. Es más, podemos distinguir con claridad tres tipos distintos de obras literarias, es decir, tres grandes géneros literarios, que son:

a) La narración literaria: su objetivo es contar en prosa una historia con personajes en un lugar y tiempo determinados. Se diferencia de la narración no literaria o periodística (de la que hablaremos dentro de poco) en que la historia, los personajes e incluso los lugares son ficticios, imaginarios, inventados, como podemos comprobar en este caso:



En él, la historia que se nos narra (el cuervo que aprisiona el alma de Homer para toda la eternidad) no es en absoluto cierta; sus personajes no existen, como tampoco la mansión donde sucede este asombroso suceso. Asimismo, podéis notar cómo el narrador (la figura que nos cuenta los hechos) cuida mucho su vocabulario, con sinónimos, palabras cultas, recursos literarios... Es decir, crea belleza con su narración. Por todo ello, podemos concluir que se trata de una narración literaria.

b) La lírica: este género es completamente diferente al anterior. Aquí ya no se nos quiere contar unos hechos con personajes. De hecho, ni siquiera suele haber personajes. El objetivo de la lírica es, sencillamente, expresar en verso los sentimientos de una persona. Veamos un ejemplo:



En este poema (recitado por el artista musical Alejandro Sanz), su autor, el premio Nobel Pablo Neruda, se sirve de los versos para mostrarnos el sentimiento que le provoca una mujer: amor, ternura...

c) El teatro: o género dramático, también nos cuenta una historia con personajes en un lugar y tiempo determinados. Entonces, ¿en qué se diferencia de la narrativa? Veamos un ejemplo para entenderlo:



¿Qué diferencias fundamentales hay con respecto a una narración? Para empezar, no hay narrador: nadie nos cuenta lo que está pasando. Por el contrario, nos enteramos de lo que sucede a partir de los diálogos y acciones de los personajes. Además, si os fijáis bien, los personajes hablan en verso; y es que una obra de teatro puede escribirse en verso o en prosa (a diferencia de la narrativa, que se escribe, fundamentalmente, en prosa). Por último, hay que destacar una cuestión más: una narración se escribe para que la gente la lea; sin embargo, un teatro tiene un propósito bien distinto. ¿Cuál? Muy sencillo: ser representado por actores (como en este ejemplo) para un público. 

Y esto fue todo lo que vimos en el día de hoy. Si hay alguna duda, por favor, no dudéis en utilizar los comentarios. Yo os responderé lo antes que pueda. ¡Ánimo y a seguir trabajando!

martes, 4 de octubre de 2022

1º ESO: Las lenguas de España

España es uno de los países más plurilingües de Europa. A fin de cuentas, en nuestras fronteras conviven hasta cuatro lenguas diferentes (cinco si consideramos el valenciano como una independiente), a saber, el castellano o español, el catalán, el gallego y el euskera o vasco. ¿Y de dónde surgen tantos idiomas diferentes? Para averiguarlo, echemos un momento la vista atrás y viajemos un par de milenios en el pasado, hasta la época en la que los romanos no habían llegado a la Península Ibérica.

En aquel entonces dos eran los principales pueblos que habitaban estas tierras. Por un lado, se encontraban los íberos, que ocupaban el sur y la costa este; por otro, los celtas, que vivían en el norte y el oeste de la Península. Por supuesto, cada una de estas culturas hablaba su propia lengua (el íbero y el celta, respectivamente), conviviendo con ellas otra más que se empleaba en lo que hoy día es el País Vasco y el sur de Francia. Se trataba del euskera, un idioma que ha sobrevivido desde entonces y hasta nuestros días. A todas estas lenguas que existían antes de la llegada de Roma se las conoce como prerromanas.

Sin embargo, no pasaría mucho tiempo hasta que los romanos echaron el ojo a la Península Ibérica, atraídos por su riqueza y su posición estratégica. Por ello, a partir del año 218 a.C., las legiones romanas fueron, poco a poco, extendiéndose por nuestra geografía. Y, a pesar de que íberos y celtas lucharon con fiereza contra ellos, el poderío militar romano acabó imponiéndose, convirtiéndose Hispania en una provincia romana más. Roma, aun así, no se limitó a conquistar el territorio, sino que, además, lo romanizó; es decir, impuso a la población íbera y celta sus costumbres, sus leyes, sus entretenimientos... Y, claro está, su idioma, el latín, que sustituyó al íbero y al celta, unas lenguas que, lamentablemente, acabaron desapareciendo. No le sucedió lo mismo al euskera, que supo sobrevivir en las recónditas montañas vascas.

Durante varios siglos, Roma fue una de las civilizaciones más importantes de todo el mundo. Sin embargo, diversos problemas internos mermaron su poder, lo que, a partir del siglo V d.C., aprovecharon los pueblos godos para invadir el imperio. De esta forma, los ostrogodos se asentaron en Italia; los francos, en Francia; o los visigodos, en España. No obstante, cuando estos pueblos del norte llegaron a nuestras fronteras, no obligaron a sus habitantes a abandonar la forma de vida romana. Es más, poco a poco ellos mismos se fueron adaptando a ella. Incluso mantuvieron el latín, el cual, de todos modos, comenzó a sufrir en estos siglos profundos cambios. ¿La razón? La población hispana, inculta en su mayoría, no lo hablaba correctamente, mientras que los visigodos tampoco se esforzaron mucho por aprenderlo de forma apropiada (y carecieron de medios para ello). Por todo ello, el latín se fue corrompiendo, dando lugar a nuevas lenguas.

Pero no adelantemos acontecimientos. En plena Edad Media (siglo VIII d.C.), llegaron a la Península Ibérica los árabes, quienes conquistaron casi toda nuestra geografía con mucha facilidad. Tan solo resistieron los visigodos y los francos en la cornisa cantábrica y los Pirineos, fundándose allí distintos reinos que, a lo largo de siete siglos, encararían la Reconquista. Aquel fue un proceso lento, pero efectivo; y, a medida que le quitaban tierras a los musulmanes, expandían también sus lenguas, todas ellas procedentes del latín. Así, desde el reino de Castilla se extendió el castellano (ya antepasado directo del español moderno); en la Corona de Aragón se impulsó el catalán, empleado en Cataluña, Valencia y Baleares; el portugués fue el idioma oficial del reino de Portugal... Y así sucesivamente. A su vez, en estos siglos también aparecieron en Europa el francés, el rumano o el italiano, todos ellos derivados del mal uso que hacían del latín los godos y los ciudadanos romanos de aquellos lugares. A todas esas lenguas que surgieron de ese proceso de corrupción del latín las llamamos romances.

Y ya en el siglo XV, los gallegos (quienes, hasta entonces, hablaban portugués) decidieron separarse idiomáticamente de sus vecinos lusos y pervirtieron el portugués hasta crear su propia lengua, el gallego. De esta forma nacerían los cuatro idiomas que, a día de hoy, existen en España. El castellano o español, según nuestra Constitución, es la lengua oficial de todo el Estado; las otras, por su parte, se consideran cooficiales en determinadas comunidades autónomas: el catalán, en Cataluña, Baleares y la Comunidad Valenciana; el euskera (una versión más moderna que la que existía antes de los romanos, establecida en el siglo XX), en el País Vasco y Navarra; y el gallego, en Galicia.

Como somos tantos los que hablamos español en nuestro país, evidentemente no todos lo usamos del mismo modo. Según la región de España en la que nos encontremos, se utilizará un dialecto u otro, es decir, una manera de hablar castellano propia y particular de dicho lugar. En este sentido, cabe destacar dos variantes principales:

* El español septentrional, que se usa en el norte y el centro de la Península Ibérica.

* El español meridional, propio del sur de España y las islas Canarias.

Y, ya dentro de este español meridional, podemos reconocer otra serie de dialectos, a saber:

1) El extremeño, que se usa en Extremadura y se considera un habla de transición entre el andaluz occidental y el castellano del norte de España.

2) El murciano, que combina el andaluz, el valenciano y el manchego.

3) El canario, quien comparte características con el andaluz y el español de América.

4) Y el andaluz, el dialecto más destacable de todos, cuyos rasgos principales pudisteis apreciar en este vídeo:



¿Los habéis reconocido todos? Comprobémoslo:

A) Para empezar, en este vídeo se usa mucho el ceceo, es decir, pronunciar la S como si fuera una Z: Necezario - Necesario.

B) También se incurre en el seseo, esto es, pronunciar la Z o la C como una S: Relasione' - Relacione'.

C) Es muy típica del andaluz, como habréis notado, la pérdida de las consonantes al final de las palabras: Relasione' - Relaciones; Andalu' - Andaluz

D) Y la última es la más complicada de detectar: el yeísmo. Consiste en pronunciar la LL como una Y.

Y este es el panorama lingüístico de nuestro país. Si tenéis alguna duda, por favor, emplead los comentarios para preguntarme lo que queráis.