jueves, 25 de septiembre de 2025

4º ESO: El teatro ilustrado

Aunque el ensayo fue el género más prolífico de toda la literatura ilustrada, hubo otro que gozó de mucha popularidad y aceptación en la sociedad del siglo XVIII. Se trataba del teatro, el único entretenimiento de masas de aquellos entonces, el cual era visto por las mentes ilustradas como un mecanismo perfecto para la difusión de sus ideas. A fin de cuentas, no olvidemos que la Ilustración daba a la literatura un carácter utilitario (debía servir de algo a la sociedad) y didáctico (ha de transmitir enseñanzas), y desde esa óptica se entenderían también las obras dramáticas.

Por ese motivo, el teatro ilustrado se desprendió de todo el artificio y los elementos sobrenaturales que anteriormente habían caracterizado al drama barroco (no olvidéis a los espectros de El burlador de Sevilla, por ejemplo; o la exótica Polonia de La vida es sueño); y se acercó más a la realidad, a los problemas cotidianos de la gente, con el objetivo de criticarlos, satirizarlos y, finalmente, proponer soluciones para los mismos. Estas obras perseguían, como los ensayos, que la sociedad mejorase y, con ese fin, enseñaban al público las buenas costumbres que debía adoptar y las malas que había de desechar.
Para llegar al mayor número de personas, se apostó por la comedia. No en vano, una historia divertida y con final feliz siempre había sido del gusto de la gente, más que una tragedia o un drama. Los ilustrados eran conscientes de que, si querían educar, debían hacerlo con un producto que agradase al público que llenaba los nuevos teatros de estilo italiano (de techo cerrado y patio de butacas). De ahí que en esta época aparecieran, por ejemplo, los sainetes, unas piezas cortas costumbristas, que reflejaban cómo era la sociedad de un lugar en concreto.

Sin embargo, fue la comedia neoclásica la que disfrutó de mayor popularidad, siendo el autor más célebre Leandro Fernández de Moratín. Hijo de un abogado y dramaturgo, Moratín se crio en un ambiente de letras, lo que le llevó a convertirse desde joven en escritor. Pronto ganó fama y fortuna gracias a sus comedias, perdiéndolo todo en el siglo XIX cuando apoyó la invasión de Napoleón. Estudió profusamente a Lope de Vega y el teatro clásico y creó sus propias teorías sobre el género dramático, que se pueden resumir en dos máximas: el teatro como deleite e instrucción moral (escuela de buenas costumbres) y que imite de modo verosímil la realidad. Del mismo modo, defendía la regla de las tres unidades, por la que una obra debía discurrir en un único espacio; había de existir tan solo una trama argumental; y, a ser posible, la acción debía durar lo mismo que la representación. Por último, cabe destacar que introdujo como novedad la escritura del texto en prosa, y no en verso, como se había hecho hasta entonces.
Suyas son obras tan divertidas como La mojigata, El viejo y la niña, La comedia nueva y, sobre todo, El sí de las niñas. En ella, Moratín cumple con todos sus preceptos sobre el teatro: toda la acción transcurre siempre en la misma posada de Alcalá de Henares, y el tiempo se ajusta perfectamente a la duración de la comedia, escrita en prosa. En ella se nos cuenta la siguiente historia:


Esta obra, que cosechó un enorme éxito de público, sirvió a Moratín para criticar un aspecto de la sociedad que le desgradaba por completo: los matrimonios concertados entre jovencitas y caballeros ya entrados en años. Para los ilustrados, esto suponía una aberración, puesto que, con tanta diferencia de edad, era imposible que hubiera amor entre los cónyuges, la clave para un matrimonio feliz. Asimismo, los hombres no vivían lo suficiente para tener niños con sus jóvenes esposas, que se quedaban viudas para el resto de sus vidas. 


Por otra parte, Moratín se cuestiona sobre la forma de educar a los hijos: estos no pueden vivir sometidos al criterio de sus padres, sino que han de tener libertad para tomar sus propias decisiones. Ahora bien, Moratín no desea que los jóvenes se rebelen contra los padres, sino que sean estos los que, por amor a sus hijos, les otorguen dicha libertad. Esto se puede entender como la idea ilustrada de que los reyes ilustrados (don Diego) sean los que den derechos al pueblo (Carlos y Paquita), sin necesidad de que este se alce en armas contra sus legítimos señores. Por último, podemos afirmar que se trata de una obra claramente feminista (como lo era toda la Ilustración), que defiende el derecho de la mujer a elegir esposo (o lo que desee en la vida).

Si tenéis curiosidad y queréis verla, os dejo este vídeo para que la conozcáis de primera mano. ¡Espero que os guste!



miércoles, 24 de septiembre de 2025

4º ESO: El ensayo ilustrado

 En el siglo XVIII la Edad Moderna llegaría a su fin y se alcanzaría la siguiente etapa en la Historia del Hombre: la Edad Contemporánea. En este tránsito se volvería indispensable una corriente de pensamiento que desencadenaría algunos de los acontecimientos más relevantes de la Humanidad, como la Guerra de la Independencia norteamericana o la Revolución Francesa. Se trata de la Ilustración.

Pongámonos en situación. Hasta el siglo XVIII la sociedad era completamente analfabeta (casi nadie sabía leer) y, por tanto, creía en toda clase de supersticiones, en la magia y la brujería... Como reacción a todo esto, apareció en esta centuria una serie de sabios y filósofos que querían arrojar algo de luz (de ahí su nombre) a sus compatriotas y convertirlos en personas más educadas y racionales. La fe, la imaginación o la aventura quedaron relegados a un segundo plano, pues lo único realmente importante era la razón, la inteligencia que podía explicar todo lo que sucedía en nuestro mundo.
Kant, Montesquieu, Voltaire o Rousseau fueron algunos de los pensadores ilustrados, quienes revolucionaron por completo la sociedad europea. Para empezar, se constituyó el método científico experimental para demostrar la validez de cualquier idea y así destrozar las supercherías; se impulsó la creación de escuelas, pues educar a la población era una necesidad vital para la sociedad; se publicaron multitud de estudios sobre biología, química, matemáticas, astronomía... Incluso en esta época apareció la primera Enciclopedia en Francia, cortesía de Diderot y D'Alembert. A su vez, surgieron los primeros grandes museos y pinacotecas, las Bibliotecas Reales, etc. También se criticó el sistema político de la época, considerando que todos los hombres eran iguales y libres y que de ellos emanaba el poder, no del rey o de Dios.

Las artes no quedaron relegadas en este movimiento, pues las consideraba fundamentales para la consecución de sus objetivos. Con respecto a la pintura, la escultura o la arquitectura, se recuperaron de nuevo los cánones clásicos de Grecia y Roma y sus temas (Neoclasicismo), mientras que la literatura ya no buscaba la belleza, sino la utilidad. Los libros debían servir para que el pueblo pensase por sí mismo, por lo que todo lo imaginativo quedó descartado y fue sustituido por el didactismo, es decir, por la obligatoriedad de enseñar a la gente por medio de la literatura.

Es por ello que la desbordante creatividad del Barroco o el Renacimiento (con sus referencias sobrenaturales, los libros de caballería...) pasó a mejor vida y se dio pie a una literatura racional y realista, que pretendía educar y entretener para así mejorar a la sociedad. En consecuencia, la lírica o la novela apenas destacan en estos años, cobrando protagonismo un género prácticamente olvidado: el ensayo. En este, el autor expresa su opinión y sus reflexiones personales, debidamente razonadas, sobre un tema que afecte a la sociedad: la política, la economía, la religión, la cultura, etc. Y, atendiendo a las exigencias ilustradas y neoclásicas, lo hará con un estilo directo y llano, sin ningún tipo de exceso (apenas se empleaban recursos literarios) ni un lenguaje recargado, si bien sí debía ser culto. El ensayo se caracterizaba, a su vez, por emplear la ironía para criticar los vicios de la sociedad de su tiempo, así como por un estilo epistolar, es decir, que los autores escribían sus ensayos como si fueran cartas dirigidas a otras personas.

En España tres fueron los ensayistas más importantes:

FRAY BENITO JERÓNIMO FEIJOO

Este religioso benedictino es considerado como el padre del ensayo español. Sus obras principales fueron Teatro crítico universal y Cartas eruditas y curiosas, en las que defendía la aplicación de la razón para el estudio del mundo y la superación de los 'errores comunes', esto es, aquellas falsedades que la sociedad daba por ciertas aunque no lo fueran. También demandó el empleo del método científico (basado en la experiencia) para la adquisición de conocimientos.

GASPAR MELCHOR DE JOVELLANOS

Jovellanos fue uno de los políticos más influyentes y respetados del siglo XVIII. Su producción en prosa fue muy extensa y variada, con tratados de botánica, leyes, arte, economía, política... Ilustrado convencido (criticó abiertamente los privilegios de la nobleza), impulsó una profunda reforma de la educación (orientada a la consecución del bienestar de la sociedad) y la agricultura (eliminando obstáculos legales y burocráticos a la libre iniciativa agrícola). Su Informe sobre la ley agraria fue, por tanto, su obra más reconocida.

JOSÉ CADALSO

De joven viajó y vivió por casi toda Europa (Francia, Inglaterra, Alemania, Italia), por lo que su cultura, al llegar a España, era vastísima: hablaba varios idiomas y conocía de primera mano el movimiento ilustrado. Destacó como militar, siendo nombrado coronel y participando en la defensa de Gibraltar, donde falleció. Es el autor literario más destacado de la Ilustración, destacando en su producción Noches lúgubres (de estilo prerromántico, donde homenajeó a su amada María Ignacia Ibáñez, muerta de tifus con apenas 25 años), Los eruditos a la violeta y, sobre todo, sus Cartas marruecas.

Cartas marruecas es la obra cumbre de la Ilustración española. Es un conjunto de 90 cartas escritas por tres personajes: un marroquí afincado en España, Gazel; su maestro Ben-Beley y un español amigo de Gazel llamado Nuño. Entre ellos comentan algunos aspectos de la actualidad española y europea, criticando el escaso desarrollo de la ciencia en nuestro país, la actitud de los nobles y sus privilegios... Por medio de estos personajes, Cadalso muestra su enorme preocupación por la decadencia de España, un país atrasado, ruin y despreciable en las formas y empobrecido por las numerosas guerras que ha vivido en los últimos dos siglos (las de Flandes, Sucesión...).

Un magnífico ejemplo del estilo de José Cadalso lo hallamos en la Carta XIII:

Instando a mi amigo cristiano a que me explicase qué es nobleza hereditaria, después de decirme mil cosas que yo no entendí, mostrarme estampas que me parecieron de mágica, y figuras que tuve por capricho de algún pintor demente, y después de reírse conmigo de muchas cosas que decía ser muy respetables en el mundo, concluyó con estas voces, interrumpidas con otras tantas carcajadas de risa: «Nobleza hereditaria es la vanidad que yo fundo en que, ochocientos años antes de mi nacimiento, muriese uno que se llamó como yo me llamo, y fue hombre de provecho, aunque yo sea inútil para todo».

Justo en la carta anterior, Gazel informaba a su mentor Ben-Beley que en España existía la nobleza hereditaria (es decir, que los hijos hereden los títulos y honores de sus padres), algo que en Marruecos no se daba. Nuño, amigo español de Gazel, utiliza la ironía para burlarse de este concepto. Cadalso critica así que un noble lo sea solo por nacimiento, puesto que, a diferencia de sus antepasados, no solo no se ha ganado tales honores, sino que, además, es un auténtico inútil, alguien incapaz de hacer algo por sí mismo. A diferencia del Barroco, como podéis apreciar, el lenguaje es mucho más directo (no hay dobles sentidos, ni metáforas) a pesar de ser culto, llegando el mensaje con más facilidad al receptor, al que se educa y se le hace reflexionar sobre uno de los males de España: esa nobleza incompetente que no ayuda en nada al país y solo existe por los privilegios ganados por su casa en pasados remotos.

martes, 23 de septiembre de 2025

2º ESO: La sílaba. Diptongo, triptongo e hiato

A partir de esta semana vamos a trabajar con la división de palabras en sílabas, más concretamente con los diptongos, triptongos e hiatos. Por eso, y de cara a que reforcéis lo que habéis aprendido, he decidido escribiros esta entrada, en la que repasaré todas estas nociones.

Empecemos con los diptongos, que, os recuerdo, consiste en la unión de dos vocales en la misma sílaba. ¿Y cuándo se produce? Pues en estos dos casos:

Cuando se une una vocal abierta (A, E, O) con una cerrada (I, U), o viceversa: Vuelvo - Vuel / vo
Pienso - Pien / so
Columpio - Co / lum / pio
Fiestas - Fies / tas
Esencial - E / sen / cial
Agencias - A / gen / cias

* Cuando se une una cerrada con otra cerrada: Cuidado - Cui / da / do
 Ciudad - Ciu / dad 

¿Y cuándo se forma un hiato? Primero, os recuerdo que un hiato es la separación de vocales que van escritas juntas en dos sílabas diferentes. Este fenómeno se produce:

* Cuando las dos vocales son abiertas: reo - A / é / re / o
Aorta - A / or / ta
Coetáneo - Co / e / tá / ne / o
Océano - O / cé / a / no
Tráeme - Trá / e / me
Canoa - Ca / no / a
Olfatear - Ol / fa / te / ar
Zoo - Zo / o 

* Cuando una vocal abierta va acompañada de una cerrada que está acentuadaRdo - Ro / í / do
Púa - Pú / a
Grúa - Grú / a
Policía - Po / li / cí / a
Poesía - Po / e / sí / a
Cogía - Co / gí / a

Finalmente, hay que tener en cuenta los triptongos, esto es, la unión de tres vocales en una misma sílaba. Esto sólo se produce cuando una vocal abierta está rodeada por dos cerradas, y SÓLO en ese caso:

Guau - U es cerrada, A es abierta y U es cerrada, por lo que las tres vocales van juntas en una misma sílaba, formando un triptongo

Despreciéis - I es cerrada, E es abierta e I es cerrada, por lo que las tres vocales irán juntas en una misma sílaba (triptongo)

Zarandeáis - E es abierta, A es abierta e I es cerrada. No se cumple el esquema del triptongo (cerrada+abierta+cerrada), por lo que esta palabra se separará así: Za / ran / de / áis (abierta+cerrada = diptongo)

¿Alguna duda? ¡Pues a los comentarios!

viernes, 19 de septiembre de 2025

2º ESO: Listado de verbos

Como ya sabéis, este año trabajaremos a fondo con las conjugaciones verbales, las cuales preguntaré cada semana (a partir del viernes 3 de octubre). Para aprendéroslas, procedo a dejaros por aquí dichas conjugaciones para que dispongáis de una vía de estudio, dado que en el libro de texto no vienen. Empezaremos con el modo indicativo del verbo amar y, poco a poco, iremos incorporando otras conjugaciones, verbos y/o modos.

Los verbos básicos que habéis de conocer son:

VERBO AMAR

FORMAS NO PERSONALES
Infinitivo simple: amar                          Infinitivo compuesto: haber amado
Gerundio simple: amando                     Gerundio compuesto: habiendo amado
Participio: amado

INDICATIVO
Presente
Pretérito imperfecto
Pretérito perfecto simple
Futuro
simple
Condicional simple
Yo amo
amaba
amé
amaré
amaría
Tú amas
amabas
amaste
amarás
amarías
Él /ella ama
amaba
amó
amará
amaría
Nosotros amamos
amábamos
amamos
amaremos
amaríamos
Vosotros amáis
amabais
amasteis
amaréis
amaríais
Ellos aman
amaban
amaron
amarán
amarían
Pretérito perfecto compuesto
Pretérito pluscuamperfecto
Pretérito anterior
Futuro compuesto
Condicional compuesto
Yo he amado
había amado
Hube amado
Habré amado
Habría amado
Tú has amado
Habías amado
Hubiste amado
Habrás amado
Habrías amado
Él /ella ha amado
Había amado
Hubo amado
Habrá amado
Habría amado
Nosotros hemos amado
Habíamos amado
Hubimos amado
Habremos amado
Habríamos amado
Vosotros habéis amado
Habíais amado
Hubisteis amado
Habréis amado
Habríais amado
Ellos han amado
Habían amado
Hubieron amado
Habrán amado
Habrían amado

SUBJUNTIVO
Presente
Pretérito imperfecto
Futuro simple
Yo ame
amara o amase
amare
Tú ames
amaras o amases
amares
Él /ella ame
amara o amase
amare
Nosotros amemos
amáramos o amásemos
amáremos
Vosotros améis
amarais o amaseis
amareis
Ellos amen
amaran o amasen
amaren
Pretérito perfecto compuesto
Pretérito pluscuamperfecto
Futuro compuesto
Yo haya amado
hubiera o hubieseamado
Hubiere amado
Tú hayas amado
hubieras o hubieses amado
Hubieres amado
Él /ella haya amado
hubiera o hubiese amado
Hubiere amado
Nosotros hayamosamado
hubiéramos o hubiésemos amado
Hubiéremos amado
Vosotros hayáisamado
hubierais o hubieseis amado
Hubiereis amado
Ellos hayan amado
hubieran o hubiesen amado
Hubieren amado

IMPERATIVO
Presente
 Ama tú

Amad vosotros

VERBO TEMER

FORMAS NO PERSONALES
Infinitivo simple: temer                          Infinitivo compuesto: haber temido
Gerundio simple: temiendo                    Gerundio compuesto: habiendo temido
Participio: temido

INDICATIVO
Presente
Pretérito imperfecto
Pretérito perfecto simple
Futuro
simple
Condicional simple
Yo temo
temía
temí
temeré
temería
Tú temes
temías
temiste
temerás
temerías
Él /ella teme
temía
temió
temerá
temería
Nosotros tememos
temíamos
temimos
temeremos
temeríamos
Vosotros teméis
temíais
temisteis
temeréis
temeríais
Ellos temen
temían
temieron
temerán
temerían
Pretérito perfecto compuesto
Pretérito pluscuamperfecto
Pretérito anterior
Futuro 
compuesto
Condicional 
compuesto
Yo he temido
había temido
Hube temido
Habré temido
Habría temido
Tú has temido
Habías temido
Hubiste temido
Habrás temido
Habrías temido
Él /ella ha temido
Había temido
Hubo temido
Habrá temido
Habría temido
Nosotros hemos temido
Habíamos temido
Hubimos temido
Habremos temido
Habríamos temido
Vosotros habéis temido
Habíais temido
Hubisteis temido
Habréis temido
Habríais temido
Ellos han temido
Habían temido
Hubieron temido
Habrán temido
Habrían temido

SUBJUNTIVO
Presente
Pretérito imperfecto
Futuro simple
Yo tema
temiera o temiese
temiere
Tú temas
temieras o temieses
temieres
Él /ella tema
temiera o temiese
temiere
Nosotros temamos
temiéramos o temiésemos
temiéremos
Vosotros temáis
temierais o temieseis
temiereis
Ellos teman
temieran o temiesen
temieren
Pretérito perfecto compuesto
Pretérito pluscuamperfecto
Futuro compuesto
Yo haya temido
hubiera o hubiesetemido
Hubiere temido
Tú hayas temido
hubieras o hubieses temido
Hubieres temido
Él /ella haya temido
hubiera o hubiese temido
Hubiere temido
Nosotros hayamostemido
hubiéramos o hubiésemos temido
Hubiéremos temido
Vosotros hayáistemido
hubierais o hubieseis temido
Hubiereis temido
Ellos hayan temido
hubieran o hubiesen temido
Hubieren temido

IMPERATIVO
Presente
 Teme tú

Temed vosotros

VERBO PARTIR

FORMAS NO PERSONALES
Infinitivo simple: partir                          Infinitivo compuesto: haber partido
Gerundio simple: partiendo                   Gerundio compuesto: habiendo partido
Participio: partido

INDICATIVO
Presente
Pretérito imperfecto
Pretérito perfecto simple
Futuro
simple
Condicional simple
Yo parto
partía
partí
partiré
partiría
Tú partes
partías
partiste
partirás
partirías
Él /ella parte
partía
partió
partirá
partiría
Nosotros partimos
partíamos
partimos
partiremos
partiríamos
Vosotros partís
partíais
partisteis
partiréis
partiríais
Ellos parten
partían
partieron
partirán
partirían
Pretérito perfecto compuesto
Pretérito pluscuamperfecto
Pretérito anterior
Futuro 
compuesto
Condicional 
compuesto
Yo he partido
había partido
Hube partido
Habré partido
Habría partido
Tú has partido
Habías partido
Hubiste partido
Habrás partido
Habrías partido
Él /ella ha partido
Había partido
Hubo partido
Habrá partido
Habría partido
Nosotros hemos partido
Habíamos partido
Hubimos partido
Habremos partido
Habríamos partido
Vosotros habéis partido
Habíais partido
Hubisteis partido
Habréis partido
Habríais partido
Ellos han partido
Habían partido
Hubieron partido
Habrán partido
Habrían partido

SUBJUNTIVO
Presente
Pretérito imperfecto
Futuro simple
Yo parta
partiera o partiese
partiere
Tú partas
partieras o partieses
partieres
Él /ella parta
partiera o partiese
partiere
Nosotros partamos
partiéramos o partiésemos
partiéremos
Vosotros partáis
partierais o partieseis
partiereis
Ellos partan
partieran o partiesen
partieren
Pretérito perfecto compuesto
Pretérito pluscuamperfecto
Futuro compuesto
Yo haya partido
hubiera o hubiesepartido
Hubiere partido
Tú hayas partido
hubieras o hubieses partido
Hubieres partido
Él /ella haya partido
hubiera o hubiese partido
Hubiere partido
Nosotros hayamospartido
hubiéramos o hubiésemos partido
Hubiéremos partido
Vosotros hayáispartido
hubierais o hubieseis partido
Hubiereis partido
Ellos hayan partido
hubieran o hubiesen partido
Hubieren partido
  
IMPERATIVO
Presente
Parte tú

Partid vosotros

VERBO SER

FORMAS NO PERSONALES
Infinitivo simple: ser                          Infinitivo compuesto: haber sido
Gerundio simple: siendo                    Gerundio compuesto: habiendo sido
Participio: sido

INDICATIVO
Presente
Pretérito imperfecto
Pretérito perfecto simple
Futuro
simple
Condicional simple
Yo soy
era
fui
seré
sería
Tú eres
eras
fuiste
serás
serías
Él /ella es
era
fue
será
sería
Nosotros somos
éramos
fuimos
seremos
seríamos
Vosotros sois
erais
fuisteis
seréis
seríais
Ellos son
eran
fueron
serán
serían
Pretérito perfecto compuesto
Pretérito pluscuamperfecto
Pretérito anterior
Futuro 
compuesto
Condicional 
compuesto
Yo he sido
había sido
Hube sido
Habré sido
Habría sido
Tú has sido
Habías sido
Hubiste sido
Habrás sido
Habrías sido
Él /ella ha sido
Había sido
Hubo sido
Habrá sido
Habría sido
Nosotros hemos sido
Habíamos sido
Hubimos sido
Habremos sido
Habríamos sido
Vosotros habéis sido
Habíais sido
Hubisteis sido
Habréis sido
Habríais sido
Ellos han sido
Habían sido
Hubieron sido
Habrán sido
Habrían sido

SUBJUNTIVO
Presente
Pretérito imperfecto
Futuro simple
Yo sea
fuera o fuese
fuere
Tú seas
fueras o fueses
fueres
Él /ella sea
fuera o fuese
fuere
Nosotros seamos
fuéramos o fuésemos
fuéremos
Vosotros seáis
fuerais o fueseis
fuereis
Ellos sean
fueran o fuesen
fueren
Pretérito perfecto compuesto
Pretérito pluscuamperfecto
Futuro compuesto
Yo haya sido
hubiera o hubiesesido
Hubiere sido
Tú hayas sido
hubieras o hubieses sido
Hubieres sido
Él /ella haya sido
hubiera o hubiese sido
Hubiere sido
Nosotros hayamossido
hubiéramos o hubiésemos sido
Hubiéremos sido
Vosotros hayáis sido
hubierais o hubieseis sido
Hubiereis sido
Ellos hayan sido
hubieran o hubiesen sido
Hubieren sido

IMPERATIVO
Presente
Sé tú

Sed vosotros