viernes, 25 de noviembre de 2011

2º ESO: Los recursos literarios

Además de los tipos de estrofa, es conveniente que también vayáis repasando, de cara al examen de la próxima semana, los diferentes recursos o figuras retóricas que se emplean en la poesía para embellecer los poemas. Aunque en castellano hay muchas, durante este curso sólo me interesa que conozcáis las siguientes:

1) La aliteración, que consiste en la repetición de uno o varios sonidos en un verso o una estrofa. Veamos ejemplos de este recurso:


En el silencio sólo se escuchaba
un susurro de abejas que sonaba

Como notaréis, el sonido /s/ se repite constantemente en los dos versos. Otro caso más:

Finales, fugaces, fugitivos
fuegos fundidos en tu piel fundada

En este caso, es el sonido /f/ el que aparece una y otra vez, formándose una aliteración.

2) La anáfora, que consiste en la repetición de uno o más términos al principio de varios versos:

¡Oh noche que guiaste!
¡Oh noche amable más que la alborada!
¡Oh noche que juntaste!

Temprano levantó la muerte el vuelo
temprano madrugó la madrugada
temprano estás rondando por el suelo

En estos dos ejemplos, vemos cómo siempre se repiten las mismas palabras al principio de los tres versos (oh noche, por un lado, y temprano, por otro), creándose anáforas. 

3) La personificación o prosopopeya, que atribuye a objetos sin vida o animales propiedades o habilidades de los seres humanos:

El tren tose asmáticamente por la ladera.

Las estrellas nos miraban mientras la ciudad sonreía.

El tren es un objeto sin vida, al que se le ha dado una cualidad propia de los seres vivos: la tos. Lo mismo ocurre con las estrellas, a las que se les atribuye una habilidad de ser vivo, la de mirar, o con la ciudad, que sonríe igual que los seres humanos.

4) La comparación o símil, que relaciona dos realidades que se parecen:

El árbol es como una casa para los pájaros y el techo para el vagabundo.

Hay algunos que son como los olivos, que sólo dan fruto a palos.

La clave para identificar este último, como ya os dije, es ver si hay algún como en las oraciones. Si lo hay, es completamente seguro que habrá una comparación o símil.

5) La metáfora, que asocia (e incluso sustituye) un concepto real con otro imaginario:

Tus cabellos son de oro.

Lógicamente, los cabellos de esa persona no son de verdad de oro; simplemente hemos asociado una imagen, la del oro y su color, con uno real, el del pelo rubio.

En su boca lucían unas hermosas perlas blancas.

Cuando el poeta habla de perlas blancas, no se refiere a la joya que se busca en los mares y se usa para los collares; simplemente ha asociado la imagen de la perla y su belleza con la de los dientes. 

Murallas azules que van y vienen, acariciando las arenosas mejillas de África.

Al hablar de murallas azules, nos referimos, en realidad, a las olas del mar, igual que, cuando escribimos arenosas mejillas, mencionamos a las costas, a las playas de África, no a una mejilla de verdad. Esto es, asociamos imágenes reales con otras que nos inventamos, aportando así belleza al texto.

6) El paralelismo es muy parecido a la anáfora. Consiste en la repetición, ya no sólo de unas pocas palabras, sino de una estructura completa en varios versos. Lo entenderemos mejor viendo estos ejemplos:

Tu frente serena y firme... 
Tu risa suave y callada

Si os dais cuenta, los dos versos son muy similares: comienzan por el determinante "tu", continúan con un sustantivo y terminan con dos adjetivos separados por la conjunción "y". Otro caso más:

Más allá de la vida
quiero decírtelo con la muerte;
Más allá del amor,
quiero decírtelo con el olvido

Los cuatro versos está íntimamente relacionados entre sí: el primero y el tercero son casi idénticos, salvo por el sustantivo final, mientras que los pares comienzan con "quiero decírtelo con" para, acto seguido, poner un artículo determinado y un sustantivo.

7) La antítesis, que relaciona dos conceptos antónimos u opuestos. Por ejemplo:

Con mayor frío vos, 
yo con más fuego

El poeta está enfrentando dos ideas opuestas en sendos versos, el frío y el calor, representado por el fuego. Veamos otra:

Los niños van por el sol
y las niñas por la luna

Noche (luna) y día (sol), hombre y mujer. Hasta dos antítesis ha empleado en estos versos el poeta, enfrentando dichos conceptos en su composición.

8) La paradoja, que es la unión de dos o más palabras para conformar una realidad imposible o contradictoria. Por ejemplo:

Al avaro, las riquezas lo hacen más pobre

Esa afirmación no tiene lógica ninguna. Si tienes más riquezas, eres rico, no pobre. Sin embargo, el escritor ha jugado aquí con los dobles sentidos, creando, a simple vista, una paradoja, una realidad imposible. Otro ejemplo de paradoja sería:

Sueño despierto cada día

Soñar implica dormir y, si estás durmiendo, lógicamente no puedes estar despierto. Nos presentan en este verso otra realidad imposible, es decir, otra paradoja.

9) El hipérbaton, que permite alterar el orden sintáctico normal de los elementos de una oración. Veamos un par de casos:

De verdes sauces hay una espesura

En condiciones normales, diríamos "hay una espesura de verdes sauces", no lo que se ha expresado en el vero. Otro más:

Del monte en la ladera por mi mano plantado tengo un huerto

Otra vez se ha usado un hipérbaton para alterar el orden de la oración "Tengo un huerto plantado por mi mano en la ladera del monte".

10) La ironía, que consiste en expresar burlescamente lo contrario de lo que se quiere comunicar. Por ejemplo:

- ¿Hiciste ya los deberes de matemáticas?
- Estoy haciéndolos en la cancha de tenis

Obviamente, el chico al que le han preguntado por los deberes no los está haciendo. Sin embargo, en vez de decirlo de forma directa, ha empleado una ironía para burlarse de la pregunta. Un ejemplo más:

- La Tierra es plana
- ¡Qué listo eres!

En este caso, cuando la segunda persona ha dicho "listo", realmente no quería decir que su interlocutor fuera inteligente. Ha empleado una ironía para decirle tonto, pero de manera indirecta.

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