Yo voy soñando caminos
de la tarde. ¡Las colinas
doradas, los verdes pinos,
las polvorientas encinas!...
de la tarde. ¡Las colinas
doradas, los verdes pinos,
las polvorientas encinas!...
¿Adónde el camino irá?
Yo voy cantando, viajero
a lo largo del sendero...
- La tarde cayendo está-.
"En el corazón tenía
la espina de una pasión;
logré arrancármela un día:
ya no siento el corazón".
Y todo el campo un momento
se queda, mudo y sombrío,
meditando. Suena el viento
en los álamos del río.
La tarde más se oscurece;
y el camino que serpea
y débilmente blanquea
se enturbia y desaparece.
Mi cantar vuelve a plañir:
"Aguda espina dorada,
quién te pudiera sentir
en el corazón clavada".
1.- Tema
La soledad, el desamor y la melancolía.
2.- Resumen
Un hombre va dando un agradable paseo por un hermoso paisaje al atardecer. Mientras va cantando una coplilla sobre el desamor, la melancolía comienza a apoderarse de él, lo que va entristeciendo incluso a la propia naturaleza.
3.- Estructura externa
Nos encontramos ante un texto lírico, puesto que el autor pretende expresar, mediante sus versos, sus sentimientos más profundos. En este poema Machado ha apostado por distintas estrofas de cuatro versos octosílabos, combinando así las cuartetas (abab) y las redondillas (abba). Por tanto, aparece la rima consonante en todos los versos.
4.- Estructura interna
Podemos dividir este texto lírico en cuatro partes:
* La primera, que comprendería las dos primeras estrofas, nos describe la belleza del paisaje y los pensamientos en los que se sumerge el protagonista de esta historia.
* La segunda, que iría desde el verso nueve hasta el 12, expone una canción que permite al protagonista hacer patente sus sentimientos de melancolía y desamor, los cuales han provocado tal dolor en su corazón que este se ha vuelto insensible.
* La tercera (versos 13-20) supone una sucesión de símbolos (el anochecer, el camino que serpea, el campo mudo y sombrío) que Machado emplea para reflejar sus sentimientos crecientes de soledad, desolación y profunda tristeza.
* La última, conformada por la estrofa final, sirve a modo de conclusión, en la que el protagonista expone que preferiría notar dolor por ese amor perdido a tener un corazón incapaz de sentir algo, como le está sucediendo en ese instante.
5.- Recursos literarios
* Encabalgamiento: Yo voy soñando caminos
de la tarde
* Epíteto: los verdes pinos
* Interrogación retórica: ¿Adónde el camino irá?
* Metáfora: la espina de una pasión;
* Personificación: Y todo el campo un momento
se queda, mudo y sombrío,meditando
* Hipérbaton: la tarde más se oscurece
* Antítesis: y débilmente blanquea
se enturbia
se enturbia
* Aliteración: ¡Las colinas
doradas, los verdes pinos,
las polvorientas encinas!...
doradas, los verdes pinos,
las polvorientas encinas!...
* Símbolo: - La tarde = vejez / nostalgia.
- El camino = la vida / el paso del tiempo.
- El paisaje = los sentimientos del poeta.
* Apóstrofe: "Aguda espina dorada,
* Análisis comparativo entre el estilo de otros poetas noventayochistas (Unamuno, sobre todo) y el de Antonio Machado.
* Contraste entre los símbolos empleados por Rubén Darío y por Antonio Machado.
6.- Relación contextual
Nos hallamos claramente ante un ejemplo del talento de la Generación del 98, grupo de autores españoles que, con motivo del 'Desastre' del 98, abandonó las corrientes estéticas y literarias anteriores para ahondar en un estilo propio que les permitiera abordar los grandes problemas de su tiempo, a saber, la identidad de España y el sentido de la vida. No obstante, el autor de este texto, Antonio Machado, también se ha visto influido en este poema por una corriente anterior denominada Modernismo, la cual, mediante un lenguaje y unos símbolos que evoquen belleza, se centra en la expresión de los sentimientos propios del poeta.
Por todo ello, podemos encuadrar este poema dentro de la primera etapa del escritor sevillano, en la que, además de las tesis modernistas, también se percibe el influjo de Gustavo Adolfo Bécquer, Rosalía de Castro y la lírica popular. En su obra Soledades (a la que pertenece este texto), Machado todavía no encarna todas las características propias de la Generación del 98, si bien sí se percibe el pesimismo, la negatividad y la melancolía típicas de este grupo.
A su vez, el existencialismo se hace patente en las reflexiones sobre el sentido de la vida presentes en estos versos, las cuales ha realizado por medio de los símbolos del camino (la vida y el paso del tiempo), la tarde (la tristeza y la reflexión), el color blanco (la muerte), los sueños (para buscar el conocimiento verdadero) y el paisaje. Estos son habituales en toda la producción del poeta hispalense, quien emplea el campo y la naturaleza para reflejar sus propios sentimientos, como ya hiciese en su momento Rubén Darío (a quien conoció en una de sus estancias en París y con el que mantuvo amistad).
Ese tono angustioso del poema se corresponde con el de toda la obra de Machado, quien procura, con una honda voz subjetiva y melancólica, hallar sin éxito sentido a su existencia. Para ello, en este texto el sevillano intenta encontrarse a sí mismo en el paisaje que va recorriendo y, al fracasar, vuelve a fijarse en su interior para encontrar la respuesta. Sin embargo, en su corazón tan solo se topa con la nada más absoluta, una desolación tan abrumadora que, irónicamente, le produce una profunda tristeza y sufrimiento.
Vistas estas características, resulta innegable la influencia del Modernismo en este texto, con sus hermosas imágenes sensoriales (verdes pinos, colinas doradas), su búsqueda de la belleza por medio del lenguaje y recursos como los epítetos y la aliteración; y, sobre todo, el intimismo, la expresión de sus sentimientos de melancolía y tristeza. Este será el tono por el que apostará en su primera gran obra (posterior a Soledades), titulada Soledades, galerías y otros poemas, en la que Machado reflexionará, con evidente nostalgia y angustia, sobre el amor (ese que deja una huella profunda en la vida hasta el punto de acabar con la capacidad de sentir del corazón), sus sueños, sus recuerdos, el paso del tiempo, el sentido de la vida... Es decir, temas que recuerdan a los que estaban tratando Unamuno, Baroja o Azorín en sus novelas y ensayos; y que se aprecian claramente en este poema.
Eso sí, aquí ya se vislumbran algunos de los rasgos más personales del estilo de Machado que lo distinguen del Modernismo. Por un lado, es evidente que emplea un estilo sencillo y directo (en vez del recargado y culto de Darío y sus seguidores); y, por otro, destaca el uso del verso octosílabo (muy del gusto del hispalense) frente al endecasílabo modernista.
7.- Relación con la actualidad u otros movimientos literarios
* Comparación con el Modernismo: similitudes y diferencias.
* Análisis comparativo entre el estilo de otros poetas noventayochistas (Unamuno, sobre todo) y el de Antonio Machado.
* Influencias del Posromanticismo en la obra de Antonio Machado: Bécquer y Rosalía de Castro.
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