viernes, 2 de marzo de 2018

4º ESO: Solución y próximo comentario

(Una calle del Madrid austriaco. Las tapias de un convento. Un casón de nobles. Las luces de una taberna. Un grupo consternado de vecinas, en la acera. Una mujer, despechugada y ronca, tiene en los brazos a su niño muerto, la sien traspasada por el agujero de una bala. MAX ESTRELLA y DON LATINO hacen un alto.)
  
LA MADRE DEL NIÑO: ¡Maricas, cobardes! ¡El fuego del Infierno os abrase las negras entrañas! ¡Maricas, cobardes!

MAX: ¿Qué sucede, Latino? ¿Quién llora? ¿Quién grita con tal rabia?

DON LATINO: Una verdulera, que tiene a su chico muerto en los brazos.

MAX: ¡Me ha estremecido esa voz trágica!

LA MADRE DEL NIÑO: ¡Sicarios! ¡Asesinos de criaturas!

EL EMPEÑISTA: Está con algún trastorno, y no mide palabras.

EL GUARDIA: La autoridad también se hace el cargo.

EL TABERNERO: Son desgracias inevitables para el restablecimiento del orden.

EL EMPEÑISTA: Las turbas anárquicas me han destrozado el escaparate.

LA PORTERA: ¿Cómo no anduvo usted más vivo en echar los cierres?

EL EMPEÑISTA: Me tomó el tumulto fuera de casa. Supongo que se acordará el pago de daños a la propiedad privada.

EL TABERNERO: El pueblo que roba en los establecimientos públicos, donde se le abastece, es un pueblo sin ideales patrios.

LA MADRE DEL NIÑO: ¡Verdugos del hijo de mis entrañas!

UN ALBAÑIL: El pueblo tiene hambre.

EL EMPEÑISTA: Y mucha soberbia.

LA MADRE DEL NIÑO: ¡Maricas, cobardes!

UNA VIEJA: ¡Ten prudencia, Romualda!

LA MADRE DEL NIÑO: ¡Que me maten como a este rosal de Mayo!

LA TRAPERA: ¡Un inocente sin culpa! ¡Hay que considerarlo!

EL TABERNERO: Siempre saldréis diciendo que no hubo los toques de Ordenanza.

EL RETIRADO: Yo los he oído.

LA MADRE DEL NIÑO: ¡Mentira!

EL RETIRADO: Mi palabra es sagrada.

EL EMPEÑISTA: El dolor te enloquece, Romualda.

LA MADRE DEL NIÑO: ¡Asesinos! ¡Veros es ver al verdugo!

EL RETIRADO: El Principio de Autoridad es inexorable.

EL ALBAÑIL: Con los pobres. Se ha matado, por defender al comercio, que nos chupa la sangre.

EL TABERNERO: Y que paga sus contribuciones, no hay que olvidarlo.

EL EMPEÑISTA: El comercio honrado no chupa la sangre de nadie.

LA PORTERA: ¡Nos quejamos de vicio!

EL ALBAÑIL: La vida del proletario no representa nada para el Gobierno.

MAX: Latino, sácame de este círculo infernal.

 (Llega un tableteo de fusilada. El grupo se mueve en confusa y medrosa alerta. Descuella el grito ronco de la mujer, que al ruido de las descargas aprieta a su niño muerto en los brazos.) 

LA MADRE DEL NIÑO: ¡Negros fusiles, matadme también con vuestros plomos!

MAX: Esa voz me traspasa.

LA MADRE DEL NIÑO: ¡Que tan fría, boca de nardo!

MAX: ¡Jamás oí voz con esa cólera trágica!

DON LATINO: Hay mucho de teatro.

MAX: ¡Imbécil!

EL EMPEÑISTA: ¿Qué ha sido, sereno?

EL SERENO: Un preso que ha intentado fugarse.

MAX: Latino, ya no puedo gritar... ¡Me muero de rabia!... Estoy mascando ortigas. Ese muerto sabía su fin... No le asustaba, pero temía el tormento... La Leyenda Negra, en estos días menguados, es la Historia de España. Nuestra vida es un círculo dantesco. Rabia y vergüenza. Me muero de hambre, satisfecho de no haber llevado una triste velilla en la trágica mojiganga. ¿Has oído los comentarios de esa gente, viejo canalla? Tú eres como ellos. Peor que ellos, porque no tienes una peseta y propagas la mala literatura, por entregas. Latino, vil corredor de aventuras insulsas, llévame al Viaducto. Te invito a regenerarte con un vuelo.

DON LATINO: ¡Max, no te pongas estupendo!

1.- Tema

La falta de humanidad y empatía de la sociedad española.

2.- Resumen

Max Estrella y don Latino se encuentran durante su paseo con una mujer que llora amargamente porque los guardias han matado a su hijo. Las respuestas de la gente que contemplan la escena son tan inmisericordes, crueles y desconsideradas que desatan la rabia de la madre y, posteriormente, de Max, que considera esas reacciones como uno de los grandes males de España.

3.- Estructura externa

Nos encontramos ante un texto teatral, puesto que la acción no avanza gracias a la intervención de un narrador; sino por medio de los diálogos y las interacciones de los personajes que aparecen en la escena. Más concretamente, es un fragmento de un subgénero teatral inventado por su autor, Ramón del Valle-Inclán, llamado esperpento, que puede enclavarse dentro de la tragedia.

Al tratarse de un texto dramático, podemos distinguir dos tipos de elementos textuales típicos de este género, a saber:

* Los diálogos, que prácticamente ocupan la escena entera y permiten el desarrollo de la historia:


EL EMPEÑISTA: Las turbas anárquicas me han destrozado el escaparate.

LA PORTERA: ¿Cómo no anduvo usted más vivo en echar los cierres?

EL EMPEÑISTA: Me tomó el tumulto fuera de casa. Supongo que se acordará el pago de daños a la propiedad privada.

EL TABERNERO: El pueblo que roba en los establecimientos públicos, donde se le abastece, es un pueblo sin ideales patrios.

LA MADRE DEL NIÑO: ¡Verdugos del hijo de mis entrañas!

UN ALBAÑIL: El pueblo tiene hambre.

EL EMPEÑISTA: Y mucha soberbia.

* Las acotaciones, las cuales, entre paréntesis, indican el vestuario, la decoración y las acciones que llevan a cabo los personajes:

(Una calle del Madrid austriaco. Las tapias de un convento. Un casón de nobles. Las luces de una taberna. Un grupo consternado de vecinas, en la acera. Una mujer, despechugada y ronca, tiene en los brazos a su niño muerto, la sien traspasada por el agujero de una bala. MAX ESTRELLA y DON LATINO hacen un alto.)

4.- Estructura interna

Podemos dividir este texto narrativo en tres partes:

* La primera, que comprendería la primera acotación y las intervenciones de los personajes hasta que el empeñista dice que la madre no mide sus palabras, nos introduciría en la situación (la madre llorando amargamente la muerte de su hijo) y a los personajes principales (la madre, primordialmente, los testigos y, en menor medida, a Max y Don Latino).

* La segunda, que iría desde que habla el guardia hasta que lo hace el sereno, expone una profunda crítica a España, sobre todo a la naturaleza del corazón español, incapaz de empatizar con una madre que llora a su niño y aprovechar la dantesca escena para discutir de política, economía... Ninguno se acerca a ayudarla ni a consolarla, que sería lo normal; sino que incluso se atreven a juzgarla y culparla de lo sucedido. Esta escena permite a Valle-Inclán demostrar el cinismo imperante en la sociedad española y su falta absoluta de humanidad y solidaridad.

* La tercera y última, que estaría conformada por el resto del texto, muestra la conclusión de Max Estrella sobre lo acaecido. Desde su punto de vista, esas grotescas reacciones son uno de los males históricos que asolan España. Sin embargo, la única solución que encuentra ante tanta crueldad es solo el suicidio, condenando así a este país a seguir sufriendo este problema.

5.- Recursos literarios

* Comparación o símil: ¡Que me maten como a este rosal de Mayo!

* Metáfora: Estoy mascando ortigas

¡Que tan fría, boca de nardo!

que nos chupa la sangre.

haber llevado una triste velilla en la trágica mojiganga

Nuestra vida es un círculo dantesco

* Metonimia: matadme también con vuestros plomos (balas)

* Aliteración: os abrase las negras entrañas

* Anáfora: ¡Maricas, cobardes! ¡El fuego del Infierno os abrase las negras entrañas! ¡Maricas, cobardes!

* Hipérbole: ¡Me muero de rabia!

MAX: Latino, sácame de este círculo infernal.

6.- Relación contextual

Nos hallamos claramente ante un ejemplo del talento de la Generación del 98, grupo de autores españoles que, con motivo del 'Desastre' del 98, abandonó las corrientes estéticas y literarias anteriores para ahondar en un estilo propio que les permitiera abordar los grandes problemas de su tiempo, a saber, la identidad de España y el sentido de la vida. Ambos temas están presentes en este texto, que pertenece al dramaturgo gallego Ramón del Valle-Inclán y, más concretamente, a una de sus obras más célebres, Luces de Bohemia, donde presenta su mayor innovación en la escena teatral, a saber, el esperpento.

Mediante el esperpento, Valle-Inclán ofrecía una visión grotesca y deformada de la realidad. De esta forma, realzaba de ella todo lo horrible, lo monstruoso que tuviera para, de esa forma, obligar al público a recapacitar sobre los profundos problemas de la sociedad española de su tiempo. El esperpento resultaba, por lo general, divertido, pues las ridículas escenas que escribía Valle-Inclán desataba la risa de los espectadores. Sin embargo, en este caso, el autor gallego apostó exclusivamente por mostrar una escena grotesca y desagradable, tanto que no parece real (aunque lo sea), con un fin claro: conmover el corazón del público, de modo que este rechace lo que está pasando hasta el punto de que deseen cambiar la realidad.

En este caso concreto, el problema que plantea Valle-Inclán es la propia alma del español de a pie. Debido al esperpento, se podría pensar que, en la vida real, nadie desatendería a una madre llorando a su hijo muerto (o que el mismo niño muera por la intervención de la policía). No obstante, la realidad durante la Restauración era precisamente esa: la de los guardias, que deberían proteger a los ciudadanos, cargando con suma violencia contra ellos, tan solo por protestar por más derechos, más democracia, mejores condiciones laborales... En esas trifulcas era habitual que inocentes salieran heridos, o que incluso murieran. Y, en ese contexto, no eran pocos los que daban la espalda a los heridos (generalmente con alguna excusa política); o excusaban a la policía por su excesiva dureza. 

Por tanto, lo que Valle-Inclán está haciendo realmente es pintar el mundo tal como es. Y lo muestra como un lugar violento, pero, sobre todo, inhumano. El español carece, ante tanta aberración, de solidaridad, caridad, empatía o corazón para ayudar al que de verdad lo necesita (en este caso, la mujer y su niño). Más bien al contrario: utiliza esta tragedia como excusa para discutir de política. Y no se trata ni siquiera de un debate constructivo: ninguna de las dos partes quiere escuchar a la otra, por lo que el diálogo no puede ser más estéril e inútil. En esto consiste la realidad del Madrid de Valle-Inclán: una sociedad decadente no solo en lo económico, sino, sobre todo, en lo humano.

Vista esta situaciónno resulta de extrañar la conclusión final de Max Estrella. El protagonista de esta obra, a diferencia de los demás personajes (incluido su amigo don Latino), se muere de rabia al contemplar tanta apatía y crueldad. Lamentablemente, a lo largo de la misma, ya ha aprendido que nada puede hacer contra la sociedad. Para esta, la vida humana carece de valor, a menos, claro está, que tengas los contactos o la posición social adecuados. Un niño puede morir y solo la madre va a llorarlo: nadie hizo nada para evitar esta tragedia; y nadie hará nada para impedir que se repita. Pelear contra esta realidad es imposible y, por eso, Max solo encuentra una solución posible: la muerte como escapatoria. Sin duda alguna, aquí predomina ese tono pesimista tan característico de la Generación del 98 con el que se enfoca el sentido de la propia existencia.

Además de los temas y el enfoque, se pueden apreciar varios de los elementos estilísticos que caracterizan a la Generación del 98. De esta forma, Valle-Inclán utiliza un lenguaje directo y sencillo, basado en oraciones simples que expresan de manera clara y concisa lo que se desea decir; emplea un vocabulario adecuado para cada clase social y fácil de entender; y recurre a los diálogos para mostrar la visión subjetiva y crítica del mundo de sus personajes, cuyas inquietudes personales aparecen plasmadas en el texto (ya comentadas con anterioridad). Incluso se pueden percibir los remanentes del Modernismo que, en sus inicios, marcó tanto a Valle-Inclán, sobre todo en la mención de los colores (negros fusiles) y los recursos literarios fónicos (la aliteración) o semánticos, los cuales evocan elementos de cierta belleza entre tanto horror (rosal de mayo, boca de nardo).

7.- Relación con la actualidad u otros movimientos literarios

* Comparación con el teatro burgués y cómico de la época: los hermanos Álvarez Quintero, Jacinto Benavente...

* Comparación con el Realismo o el Modernismo: similitudes y diferencias.

* Análisis comparativo entre el teatro romántico y el de Valle-Inclán: temas, estilo, enfoques, filosofía...

* Análisis comparativo entre el enfoque de la crítica a España realizada por los autores de la Ilustración, el romántico Larra y Valle-Inclán.

* Comentar si los problemas sociales y humanitarios en España que plantea Valle-Inclán se han solucionado a día de hoy o no y razonar la respuesta.

* Relacionar a Valle-Inclán con otros miembros de la Generación del 98 y observar sus similitudes y sus diferencias.

Análisis histórico-literario del tema de España: Lazarillo de Tormes, Quevedo, Larra...

* Relacionar el pesimismo de Max Estrella con el espíritu del Barroco y su concepción de la lucha entre el destino y el libre albedrío (Calderón de la Barca).

* Próximo comentario: Soledades, de Antonio Machado

* Fecha de entrega: Martes, 13 de marzo

Yo voy soñando caminos
de la tarde. ¡Las colinas
doradas, los verdes pinos,
las polvorientas encinas!...

¿Adónde el camino irá?
Yo voy cantando, viajero
a lo largo del sendero...
- La tarde cayendo está-.

"En el corazón tenía
la espina de una pasión;
logré arrancármela un día:
ya no siento el corazón".

  Y todo el campo un momento
se queda, mudo y sombrío,
meditando. Suena el viento
en los álamos del río.

  La tarde más se oscurece;
y el camino que serpea
y débilmente blanquea
se enturbia y desaparece.

  Mi cantar vuelve a plañir:
"Aguda espina dorada,
quién te pudiera sentir
en el corazón clavada".

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