lunes, 20 de diciembre de 2021

3º ESO: Don Juan Manuel y El conde Lucanor

A lo largo de la Edad Media, y gracias a la labor de reyes como Alfonso X El Sabio, el castellano se fue asentando poco a poco en la Península Ibérica como la lengua oficial y predominante en todo el reino, y no solo para la comunicación con el pueblo. Gradualmente los sermones de las misas, las leyes o los libros también empezaron a componerse en español antiguo, lo que permitió a nuestro idioma evolucionar y madurar. Así se fue constituyendo como un vehículo excelente para la cultura. Del mismo modo, los nobles fueron aprendiendo a leer y escribir, al considerarse dos habilidades fundamentales en las cortes de la Baja Edad Media, por lo que la producción de obras literarias en castellano aumentó de forma exponencial a partir del siglo XIV.

Estos nuevos autores, al igual que los del mester de clerecía, tenían sentido de autoría y, en consecuencia, firmaban sus trabajos y conocemos cómo se llamaban. Y de todos ellos, el más destacado, sin duda, es Don Juan Manuel. Sobrino del rey Alfonso X e hijo de infante, disfrutó de una vida acomodada y se implicó activamente en los conflictos por la sucesión tanto a su tío como a Sancho IV. No obstante, su fama no vino por su actividad política, sino por su intensa producción cultural, escribiendo libros históricos, cortesanos, sobre la guerra y, por supuesto, literarios. En este último sentido se encuentra su obra más célebre, a saber, El conde Lucanor.

Terminado en 1335, El conde Lucanor es el primer gran ejemplo de literatura sapiencial en español, esto es, con palpable intención didáctica. En otras palabras, el objetivo primordial de Don Juan Manuel era enseñar, dar lecciones a sus lectores. Para ello, se basaba en 51 historias (o exemplos) como la siguiente:

 

Todas las historias de Don Juan Manuel son muy parecidas a la que acabáis de ver y presentan la misma estructura:

1) El conde Lucanor le pide consejo sobre un asunto a Patronio.

2) Patronio le indica que, para aconsejarle, va a contarle una historia.

3) La historia (o exemplo).

4) Patronio explica la moraleja de la historia al conde.

5) El conde ve que es un buen consejo, hace caso a Patronio y le va bien.

6) Don Juan Manuel oye el consejo y decide incluirlo en su libro.

7) Don Juan Manuel resume la moraleja en dos versos.

Con dichas moralejas, como podéis comprobar en el ejemplo que os he puesto, Don Juan Manuel no esperaba que la gente aprendiera, como en el mester de clerecía, sobre religión o moral. Su misión, por el contrario, era dar lecciones para el día a día, consejos prácticos y útiles que mejorasen la vida de las personas, ya fueran nobles, campesinos o miembros del clero. Para ello, se valió de un castellano cuidado, pero fácil de entender; y de la prosa, que se comprendía bastante mejor que el verso. Además, la prosa era más sencilla de transmitir por escrito, mecanismo por el que, a partir de este momento, se difundieron casi todas las obras literarias.

RESUMEN

1.- La literatura sapiencial busca enseñar, dar lecciones a los lectores.

2.- Su autor más significativo en la Edad Media fue Don Juan Manuel y su obra más famosa, El conde Lucanor.

 3.- El conde Lucanor está conformado por 51 cuentos o exemplos con intención didáctica.

4.- Se escribió en prosa y un castellano más fácil de entender.

5.- Su estructura siempre es la misma: el conde Lucanor pide consejo a Patronio por un asunto y este le responde con un cuento con moraleja que le acaba explicando. El conde sigue su consejo y le va tan bien que Don Juan Manuel decide recogerla en su obra, resumiendo la moraleja en dos versos.

6.- Las lecciones que da Don Juan Manuel no tienen que ver con la religión, sino que son prácticas, aplicables a la vida cotidiana.

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