Esto que acabáis de ver es un diálogo: un tipo de texto o acto de comunicación en el que dos o más interlocutores (Jordi Évole, Artur Mas y Felipe González) hablan entre sí sobre un tema, intercambiándose los roles de emisor y receptor. Es decir, que, cuando Jordi Évole (emisor) está hablando con Mas o González, estos actúan como receptores, escuchando atentamente lo que el periodista les pregunta; mientras que, acto seguido, Évole guarda silencio y presta atención, como receptor, a lo que Mas o González quieren comentarle como emisores.
2.- ¿Cuántos tipos de diálogos hay?
Podemos distinguir dos clases:
a) El que habéis visto con anterioridad del programa 'Salvados' es, evidentemente, uno de ellos. A esa clase de diálogos los conocemos con el nombre de planificados, que destacan por:
- El uso de un vocabulario culto y una sintaxis elaborada (oraciones completas, sin repeticiones ni errores de ninguna clase).
- Nada de improvisación: todos los temas que se van a tratar en ese diálogo entre Évole, Mas y González están fijados de antemano.
- El empleo continuo del 'usted' y el respeto a los turnos de palabra. En ningún momento estos tres interlocutores se tutean y esperan pacientemente a que el otro haya terminado de hablar para hacer lo propio.
- Uso casi nulo de gestos o recursos no verbales.
b) En el lado opuesto, encontramos los diálogos espontáneos, como el que vais a ver en este vídeo (desde el segundo 5 al 42):
En este caso:
- El vocabulario empleado es mucho más informal, incluso vulgar. Asimismo, la sintaxis es mucho más relajada, con oraciones sin acabar, repeticiones...
- Todo está improvisado: no hay nada planeado y los interlocutores hablan sin pensar muy bien lo que están diciendo (de ahí los errores sintácticos, el vocabulario más cotidiano...).
- Los interlocutores no muestran respeto alguno por el turno de palabra del otro, interrumpiéndose continuamente.
- Los interlocutores no se tratan de 'usted', sino de 'tú'.
- Se usan abundantes gestos, así como recursos no verbales (como los cambios en el tono de la voz).
3.- ¿Cómo se puede poner por escrito un diálogo?
Existen dos maneras:
a) Mediante el estilo directo, en el que se reproducen, de forma exacta o literal, todas y cada una las palabras que han dicho los interlocutores. Veamos un ejemplo:
Si quiero transformar este diálogo entre Homer y Marge a uno escrito en estilo directo, lo haré reproduciendo exactamente lo que han dicho ambos:
Marge preguntó: "¿No estarás tirando los muelles por el retrete, verdad?"
Y Homer respondió: "¡Qué cosas dices! Cojo otro muelle y lo tiro por el retrete..."
Para saber si se trata de un diálogo en estilo directo, me he de fijar en que las palabras de los interlocutores vayan entre comillas o guiones, y frecuentemente introducidas por dos puntos.
b) Mediante el estilo indirecto, en el que se reproducen de forma precisa las palabras de los interlocutores, pero sin escribir exactamente lo mismo que han dicho. Utilicemos el ejemplo anterior para verlo más claro:
Marge preguntó a Homer si no estaba tirando los muelles por el retrete; y Homer le respondió que qué cosas decía ella, cantando a continuación que cogía otro muelle y lo tiraba por el retrete.
¿Veis la diferencia? Prácticamente hemos dicho lo mismo, pero no hemos utilizado las palabras exactas que han empleado Homer y Marge: los verbos han cambiado a tiempos pasados y a tercera persona del singular. Esto es el estilo indirecto, que se puede reconocer por la aparición del nombre del interlocutor, seguida de un verbo de habla (decir, preguntar, responder, comentar, asegurar...) y las partículas 'que' o 'si' y, por último, las palabras de dicho interlocutor. Si tenéis más curiosidad por saber cómo transformar un diálogo en estilo directo en otro en estilo indirecto, os sugiero que visitéis esta entrada del blog.
¿Alguna duda? ¡Pues a los comentarios!
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