Todos estos personajes se expresaban de una forma algo "curiosa", ¿verdad? Sobre todo si lo comparamos con esto:
En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor. Una olla de algo más vaca que carnero, salpicón las más noches, duelos y quebrantos los sábados, lentejas los viernes, algún palomino de añadidura los domingos, consumían las tres partes de su hacienda. El resto della concluían sayo de velarte, calzas de velludo para las fiestas con sus pantuflos de lo mismo, los días de entre semana se honraba con su vellori de lo más fino. Tenía en su casa una ama que pasaba de los cuarenta, y una sobrina que no llegaba a los veinte, y un mozo de campo y plaza, que así ensillaba el rocín como tomaba la podadera. Frisaba la edad de nuestro hidalgo con los cincuenta años, era de complexión recia, seco de carnes, enjuto de rostro; gran madrugador y amigo de la caza.
Don Quijote de la Mancha, Miguel de Cervantes
Menuda diferencia, ¿no es cierto? Pero, si en los dos ejemplos se está usando la misma lengua, ¿cómo es posible que sean casos tan distintos? Muy sencillo: porque el vídeo refleja las características de la lengua oral (o hablada); mientras que el texto es un ejemplo de lengua escrita.
En el vídeo, si os fijáis bien, podemos darnos cuenta de que los personajes hablan de forma desordenada, dejando muchas oraciones incompletas, a medias ("Pero sí todo lo que está, así que..."). De la misma forma, repiten innecesariamente muchas palabras ("La vida es tan, tan, tan..."). Su vocabulario, por otro lado, es impreciso, muy sencillo y básico, comiéndose a veces el final de algunas palabras. Emplean también muchas muletillas, expresiones que les sirven para ganar tiempo y pensar lo que quieren decir. Por último, cabe destacar que, cuando hablan, cada uno lo hace con su dialecto particular ("E' mentalizarce"), acompañando todo con gestos.
Por el contrario, en el comienzo de El Quijote no se aprecian estas características. Más bien al contrario: el vocabulario es muy culto (rocín, frisaba), con abundantes sinónimos; las oraciones están perfectamente construidas, ordenadas y completas; no hay repeticiones absurdas; no se usan muletillas, ni se comen letras... Del mismo modo, el dialecto de Cervantes no se nota en absoluto, ni aparecen los gestos, aunque sí otros recursos no verbales, a saber, los signos de puntuación: comas, puntos, etc.
¿Y a qué se debe que se diferencien tanto? Muy simple: cuando hablamos, como les sucede a los personajes de nuestro vídeo, no pensamos lo que queremos decir, sino que lo hacemos sin más, improvisando. Por el contrario, cuando queremos escribir algo, nos tomamos nuestro tiempo para hacerlo, no corremos, sino que meditamos tranquilamente qué palabras queremos emplear, cómo queremos construir nuestras oraciones... Es decir, la lengua escrita está planificada.
Para que os resulte más sencillo estudiar esta materia, os copio por aquí la tabla que estuvimos elaborando entre todos en clase:
LENGUA
ORAL
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LENGUA
ESCRITA
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Recursos no verbales: gestos, entonación…
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Recursos no verbales: signos de puntuación.
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Vocabulario sencillo: expresiones vulgares,
diminutivos, aumentativos, muletillas…
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Vocabulario culto: uso de sinónimos.
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Sintaxis poco elaborada: oraciones
desordenadas, oraciones incompletas, repeticiones….
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Sintaxis elaborada: oraciones perfectamente
construidas y completas, unidas por nexos y sin repeticiones.
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¿Alguna duda? Pues ya sabéis que podéis acudir a mí a través de los comentarios ;)
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