domingo, 13 de octubre de 2013

2º ESO: Análisis de morfemas

A lo largo de esta semana y las próximas, vamos a trabajar a fondo el análisis de palabras según los morfemas de los que estén compuestas. Como sin duda recordaréis, los morfemas son las unidades mínimas de la lengua con significado y su unión es la que da lugar a la creación de una palabra. Existen dos tipos, a saber, los léxicos (o lexemas, que constituyen la raíz de la palabra y le dan su significado) y los gramaticales, que se pueden dividir, a su vez, en flexivos (que indican género - -o, -a -, número - -s, -es- y persona, número, tiempo y modo de un verbo -lo que se conoce como desinencia verbal) y derivativos (sufijos y prefijos). 

Cuando tenemos que analizar un término y dividirlo en morfemas, seguiremos los siguientes pasos:

1) Si la palabra es un verbo, lo primero que hay que hacer es localizar su infinitivo. Ejemplo: 'Animábais' es parte del verbo animar, por lo que su infinitivo será animar.

2) A continuación, elimino, en ese infinitivo, las partículas -ar, -er o -ir. Lo que quede tras realizar esa operación será el lexema o raíz de ese verbo. En nuestro ejemplo, si a 'animar' le quito -ar, lo que queda es 'anim-'. Pues bien, esas letras conformarán su lexema o raíz.

3) Ya que 'Anim-' es el lexema, lo que nos queda es '-ábais', que será un morfema. Pero, ¿de qué tipo? Muy fácil: todos los verbos, absolutamente todos, tienen después del lexema un morfema flexivo. SIEMPRE. Por tanto, la palabra analizada nos quedaría así:

Anim / ábais
LX      MF

4) Si la palabra que tuviéramos que analizar no fuera un verbo, sino un sustantivo, un adjetivo o cualquier otra categoría, haremos lo siguiente. Ante todo, pensaremos en palabras relacionadas con la que tenemos que separar en morfemas. Ejemplo: Sonrojo - Palabras parecidas: rojo, roja, rojizo... 

5) Acto seguido, vemos qué letras se repiten constantemente: sonrojo, rojo, roja, rojizo... En nuestro ejemplo, 'roj-' es lo que siempre se repite, por lo que eso será el lexema o raíz de la palabra.

6) Una vez que tenemos localizado el lexema, nos toca buscar los morfemasPrimero, vamos a ver si hay flexivos, esto es, los que nos indican género (masculino o femenino) o número (singular o plural). Generalmente, el masculino viene indicado por el morfema flexivo '-o', el femenino por el flexivo '-a' y el plural por el flexivo '-s' o '-es' (en el caso de las palabras que acaban con consonante). Por tanto, lo primero que hemos de buscar es la '-o', la '-a' o la '-s'/'-es', que serán los flexivos. En nuestro ejemplo, ¿hay alguno? Sí, la '-o': sonrojo - Por tanto, esa -o será un morfema flexivo.

7) Tras comprobar si hay o no flexivos, todo lo que nos falte por catalogar será, por descarte, morfema derivativo. En nuestro ejemplo, ya tenemos que roj- es el lexema y -o, un morfema flexivo; por tanto, sólo nos queda Son-, que será morfema derivativo.

8) Por último, no hay que olvidar que los derivativos que están antes del lexema se llaman prefijos, y los que se encuentran después, sufijos. En nuestro ejemplo, Son- está antes del lexema roj-, por lo que será un derivativo prefijo. 

Y así quedaría el análisis:

Son / roj / o
DP    LX   F

Veamos otro ejemplo:

Soleados - sol, soleada, solano... Tienen en común sol, por lo que ese es el lexema:

Sol / eados
LX             

Nos queda -eados, de donde tienen que salir los morfemas de la palabra. Lo primero es buscar los flexivos, esto es, -o de masculino, -a de femenino y -s/-es del plural. ¿Hay algo de esto en la palabra 'Soleados'? Sí, una -o y una -s. Por tanto, esos serán los flexivos:

Sol / ead / o / s
LX            F   F

Y como ya tenemos todos los flexivos, lo que nos quede serán morfemas derivativos. En este caso:

Sol / ead / o / s
 LX   DS   F   F

Dado que va detrás del lexema, queda claro que es un sufijo. Y así terminaríamos nuestro análisis.

* Por otra parte, también hemos estudiado que puede suceder, tanto en los verbos como en las demás categorías morfológicas, que el lexema o raíz experimente algunas variaciones. Más concretamente, hemos visto dos clases de estas irregularidades:

1) Cambiar una consonante por otra, como sucede, por ejemplo, en "toqué - tocar". Estas alteraciones se deben a cuestiones ortográficas. Si en "toqué" dejásemos la letra c (en vez de sustituirla por la qu), la palabra no sonaría igual ("tocé"), puesto que la c, al lado de la e, suena como una z, y no como una k. Por eso mismo, en castellano empleamos la qu para hacer el sonido /k/ delante de las vocales e, i. Otro caso sería el de "pez - peces" o "cabeza - cabecita": la z nunca se utiliza delante de la e o la i; para hacer el sonido de la z delante de esas vocales, se emplea siempre la c (cine, cena).

Si apareciese una palabra así, no tenéis por qué inquietaros: la nueva consonante formará parte del lexema o raíz siempre y cuando mantenga el mismo sonido que poseía la consonante a la que ha sustituido.

2) Irregularidades en las vocales, como en "jugar - juego", "pedir - pido", "pensar - pienso" ("viejo - vejete") o "poder - puedo" ("fuego - fogata"). Cuando esto suceda, recordad:

- Que la "e" de un lexema se puede cambiar por "ie", y viceversa. Por tanto, el lexema de "pienso" sería "piens-", a pesar de que la raíz del verbo sea "pens-". 

- Que la "o" y "ue" también pueden alternarse: "pod-" - "pued-".

- Que puedo reemplazar la "u" por "ue": "jug-" - "jueg-".

- Y que la "e" puede dejar su sitio a una "i": "ped-" - "pid-".

* Por último, nos queda catalogar las palabras según su composición en morfemas. En este sentido, hay que destacar tres tipos:

A) La palabra será simple (o primitiva) si solo posee lexema (pan, sol, mar) o lexema y morfemas flexivos (perro, gato, amarillas, peces).

B) La palabra será compuesta si posee dos o más lexemas: cortafuegos, rascacielos, camposanto...

C) Si la palabra posee algún derivativo, ya sea prefijo o sufijo, será derivada. Soleado o sonrojo, por ejemplo, serían derivadas, ya que cuentan con un sufijo y un prefijo, respectivamente.

¿Dudas? Pues haced uso de los comentarios y preguntadme lo que queráis.

2 comentarios:

Ana Azcárate de Castro dijo...

Buenas noches D.Alberto:

quisiera comentarle una cuestión:

entiendo las definiciones de las palabras simples, derivadas, compuestas y parasintéticas. Sin embargo, a la hora de decir qué es cada una me surgen alguna que otra duda(sobre todo con las derivadas y parasintéticas)

La Señorita Maite nos comentó que las palabras parasintéticas también eran derivadas.

¿Me podría explicar los siguientes ejemplos, para asegurarme, por favor?

Encallecido
Paragüero
Treintañero

Muchísimas gracias.




Don Alberto dijo...

Buenas noches Ana,

Es un placer verte por aquí. A ver, las parasintéticas y las derivadas son dos clases diferentes de palabras, aunque tienen una relación estrecha. La parasíntesis se produce cuando:

1) Combinamos composición y derivación.

2) Cuando una palabra posee prefijo y sufijo y, si suprimes el prefijo, la palabra pierde completamente su sentido.

Paragüero y treintañero pertenecerían al primer grupo. Paragüero viene de paraguas, que es una palabra compuesta. A dicha palabra compuesta se le ha añadido el sufijo -ero, formando así una parasintética. En cuanto a treintañero, ha pasado lo mismo: hemos combinado dos palabras simples (treinta y años) con el sufijo -ero.

Encallecido, por su parte, pertenece al segundo grupo. Encallecido posee un prefijo (en-) y un sufijo (-ido). Si suprimes el prefijo, te queda la palabra "callecido", que no tiene sentido alguno.

Espero haberte sido de ayuda. ¡Saludos!