martes, 14 de enero de 2014

2º ESO: La descripción

A partir de este trimestre, y hasta final de curso, vamos a estudiar en el bloque de Comunicación las distintas clases de textos que podemos encontrarnos. Y, para empezar, hemos estudiado en clase lo que es la descripción, que se define como aquel tipo de texto que enumera las características o rasgos de un ser, objeto, lugar, etcétera. 

Podemos distinguir dos tipos de descripción:

1) La objetiva, que es aquella en la que el emisor describe sin emitir opiniones ni expresar sentimientos. En otras palabras, es aquella en la que el que describe se ajusta a la realidad. Un buen ejemplo lo encontramos en este vídeo sobre el Sol:



Aquí hay numerosas descripciones objetivas, pues, en ningún caso, el emisor expresa lo que piensa o siente sobre el Sol. Se limita, simplemente, a decir sus características reales, aportando datos científicos.

2) La subjetiva, que es aquella en la que el emisor sí expresa sus opiniones o sentimientos sobre lo que va describiendo.

Recordáis todos este vídeo del año pasado, ¿verdad?



En él se nos está describiendo un lunes, pero no lo hacen de una forma objetiva o científica. Si así fuera, nos dirían que el lunes es el primer día de la semana, que va justo después del domingo de la semana anterior y antes que el martes. Por el contrario, lo que nos dicen es que los lunes saben mal, que hace sueño, que no gustan... Nos están dando, a fin de cuentas, opiniones acerca de los lunes. Por eso mismo se trata de una descripción subjetiva.

Sucedía lo mismo en este poema de Gustavo Adolfo Bécquer:



El gran poeta sevillano nos describe la belleza de Julia Espín, una mujer de la que estaba enamorado, desde su punto de vista. En su poema, nos dice lo hermosos que a él le parecían sus ojos, sus labios, su rostro... Pero, por supuesto, aquella era su opinión. Al lado de estas líneas podéis ver una imagen de ella, y quizá no os parezca tan guapa como a Bécquer. Sin embargo, debido al amor que sentía por ella, él la veía como una mujer preciosa, y así nos lo deja caer en su descripción. Y es que Bécquer no buscaba ser preciso o científico a la hora de hablar de Julia: simplemente quería reflejar lo que sentía por ella mientras repasaba los rasgos de su rostro.

Veamos otro ejemplo más:

"Ella era hermosa, hermosa con esa hermosura que inspira el vértigo, hermosa con esa hermosura que no se parece en nada a la que soñamos en los ángeles y que, sin embargo, es sobrenatural; hermosura diabólica, que tal vez presta el demonio a algunos seres para hacerlos sus instrumentos en la tierra."

G.A. Bécquer, La ajorca de oro

Aquí Bécquer nos está describiendo a otra mujer, diciendo que es muy guapa, aunque de naturaleza malvada. No obstante, esa es simplemente la opinión que el autor tiene de ella, y no una verdad universal que todos compartiríamos. Quizá si alguno de nosotros conociéramos a esa chica, pensaríamos de manera diferente y nos parecería simpática, buena persona... 

* ¿Y qué características lingüísticas posee una descripción? Distinguimos las siguientes:

A) Adjetivos, que son mucho más frecuentes en las descripciones subjetivas que en las objetivas. Valgan estos dos textos como ejemplos:

"La que tenía (...) por nombre Flora y por apodo la Burlada, cuyo origen y sentido se ignora, era una viejecilla pequeña vivarachairascibleparlanchina, (...) Sus ojuelos sagaceslagrimososgatunos, irradiaban la desconfianza y la malicia. Su nariz estaba reducida a una bolita roja, que bajaba y subía al mover los labios y la lengua en su charla vertiginosa."

"El gran Señor de Señores, Kublai Khan, es de altura regular, ni alto ni bajo, sino de estatura media. Es de complexión apropiada y constitución armónica. Tiene el rostro blanco rojo como una rosa, los ojos negros hermosos, la nariz bien formada colocada."

B) Sustantivos, que son más habituales en las descripciones objetivas. Veámoslo en el siguiente ejemplo:

"El sol es una estrella que podría definirse como una inmensa bola de gas, ya que su radio alcanza los 695.500 km. Está constituida por una sucesión de capas cuyas temperaturas varían en función de la distancia respecto al centro. Por ejemplo, el núcleo incandescente supera los quince millones de grados, y la presión vale cien mil millones de veces la de la superficie de la Tierra."

Si os dais cuenta, en este texto hay multitud de sustantivos, pero tan solo dos adjetivos (inmensa, incandescente), ninguno de los cuales, por cierto, revela la opinión del emisor sobre el Sol, sino que sencillamente expresan cualidades reales del mismo.

C) Verbos copulativos. En otras palabras, en las descripciones se emplean con asiduidad los verbos ser y estar. Fijaos en los tres ejemplos que os he puesto con anterioridad y os daréis cuenta de que, efectivamente, tanto "ser" como "estar" aparecen en todo momento.

D) Verbos en tercera persona, ya estén en presente o en pretérito imperfecto de indicativo. Una vez más, mirad los ejemplos anteriores para descubrir que todos los verbos están escritos en tercera persona, ya sea del singular o del plural.

E) Recursos literarios, que son exclusivos de la descripción subjetiva. Veamos estos ejemplos extraídos del poema de Bécquer:

"Es tu boca de rubíes"

"Es tu mejilla temprana
rosa de escarcha cubierta"

"broches de esmeraldas y oro
que un blanco armiño sujetan."

Si entendiéramos literalmente estas palabras, Julia tendría flores brotando de las mejillas, unos labios plagados de piedras preciosas y, en vez de ojos, joyas hechas de oro y esmeralda. En otras palabras, Julia sería un verdadero monstruo. Sin embargo, lo que ha hecho aquí Bécquer es jugar con los recursos literarios y, más concretamente, con la metáfora. De este modo:

1.- Cuando habla de una boca de rubíes, lo que realmente quiere decir es que su boca, sus labios, son rojos. 

2.- Cuando menciona a la rosa cubierta de escarcha en su mejilla, lo que está diciendo es que dicha mejilla es sonrosada y que la piel de su cara es blanca.

3.- Por último, resulta obvio que la mujer no tiene esmeraldas ni oro en los ojos. Al hablar de esmeraldas, en verdad se está refiriendo al color verde de las pupilas de ella. Por otro lado, cuando habla del oro, lo que quiere decir realmente es que el color de su pelo y sus pestañas es rubio. En consecuencia, entendemos, en este texto, que esmeralda = color verde y oro = rubio.

Aunque la metáfora es uno de los recursos que más se suele emplear en este tipo de descripciones, no es el único que se utiliza. Así, también podemos encontrar símiles (verdes como el mar), hipérboles (parecen, si enojadas // tus pupilas centellean, // las olas del mar que rompen // en las cantábricas peñas), anáforas... 

En resumen:

1.- La descripción subjetiva es aquella en la que la persona muestra su opinión o sentimientos hacia lo que describe. Por el contrario, la objetiva es aquella en la que la persona nunca muestra dicha opinión o sentimientos, sino que se ajusta a la realidad.

2.- En las descripciones subjetivas, cabe destacar la presencia de recursos literarios (metáforas, comparaciones, etc.) y adjetivos.

3.- En las descripciones objetivas, por su parte, abundan los sustantivos. También aparecen adjetivos, pero estos no pueden revelar la opinión o sentimientos del que describe.

4.- Los verbos, en ambos tipos, han de escribirse en tercera persona. Asimismo, es frecuente utilizar los verbos copulativos ser y estar.

¿Alguna duda? ¡Pues a los comentarios!

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