lunes, 27 de enero de 2014

2º ESO: La lírica medieval

Supongo que todos recordaréis este vídeo:

 

Aquí tenéis condensado y explicado todo lo que debéis saber sobre la lírica medieval, con la que hemos cerrado el tema 6. En este vídeo podemos presenciar el "enfrentamiento" entre los dos estilos de poesía que convivieron durante todo el Medievo, a saber, la popular, desarrollada por el pueblo llano y sus juglares; y la culta, que cultivó el clero. Veamos en profundidad cada caso:

* La lírica popular tenía como objetivo principal el entretenimiento. En una era en la que la gente apenas disponía de medios para distraerse de la dura vida diaria (dado que no había demasiados), la poesía, en forma de canciones, era muy apreciada como divertimento. En este sentido, Florian, nuestro insigne juglar, nos ha recitado un conjunto de cantigas de amigo y una jarcha, esto es, poemas románticos en los que una mujer suspira por su amado. La diferencia que existe entre ambas radica en el idioma en que se compusieron: las jarchas se escribieron en mozárabe, una lengua de origen latino que hablaban los cristianos en Al-Ándalus; mientras que las cantigas estaban escritas en gallego-portugués.

Los juglares, por su parte, recitaban, sobre todo, cantares de gesta, es decir, poemas épicos que narraban las aventuras y hazañas de grandes héroes. Florian nos ha recitado parte del Cantar del Mío Cid, el más famoso de nuestro país, en el que se cuenta (entre otras historias) cómo el Cid, durante su destierro del reino de Castilla, recupera su honor luchando contra árabes y cristianos y arrebata a los moros la ciudad de Valencia (de hecho, lo que Florian nos recita es, precisamente, la antesala de la batalla por Valencia).

Al conjunto de poemas épicos compuestos y cantados por los juglares lo llamamos "mester de juglaría".

* La lírica culta, por otro lado, era, como ya hemos comentado, compuesta por los clérigos, cuyo objetivo no era tan solo entretener, sino, sobre todo, enseñar (finalidad didáctica). ¿Y qué pretendían enseñar? Religión, fundamentalmente, así como moral y otras lecciones para la vida cotidiana. Fray Luis así nos lo ha mostrado cuando ha recitado el Milagro IX de los Milagros de Nuestra Señora, confeccionados por Gonzalo de Berceo, uno de los grandes representantes de este movimiento junto a Juan Ruiz, arcipreste de Hita, a quien debemos El Libro de Buen Amor. Dado que estos miembros del clero recibían una mayor y mejor educación que el pueblo o los juglares, sus poemas presentaban una métrica mucho más cuidada (empleando la denominada cuaderna vía) y un vocabulario rico y variado.

Al conjunto de poemas compuestos por los clérigos los llamamos "mester de clerecía".

¿Dudas? ¡Pues a los comentarios!

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