domingo, 21 de febrero de 2016

3º ESO: La novela en el Renacimiento

Como recordaréis del año pasado, en los albores del Renacimiento vio la luz un invento que revolucionó Occidente:



En una época en la que no había muchos entretenimientos, gracias a la imprenta se popularizó una afición que pervive en nuestros días: leer. Dado que producir libros ya era más rápido, sencillo y barato, la gente (que, gracias a los humanistas, ya aprendía a leer) comenzó a comprarlos, ya no como un artículo de lujo, sino como uno cotidiano para divertirse. Es por ello que, en esta época, nace toda una diversidad de subgéneros literarios cuyo objetivo primordial era entretener a la sociedad. 

Y, de entre todos ellos, destacó en especial uno, a saber, la novela. La palabra, de origen italiano, servía para designar a aquellas narraciones cortas que contaban unos hechos ficticios (por lo general, fantásticos) y que aparecieron en el Renacimiento. Tal fue su popularidad que pronto se extendieron por toda Europa, incluida España, país donde nacen varios de los tipos o subgéneros de novela más significativos. Y es que no todo el mundo quería leer lo mismo, por lo que los primeros novelistas ofrecieron a su público historias de índole muy diversa, con rasgos profundamente marcados que las diferenciaban de otras.

En este sentido, hay que destacar cinco tipos de novela:

LA NOVELA DE CABALLERÍA


Los libros de caballería, que ya gozaron de mucha popularidad en la Edad Media, arrasaron en la España renacentista, convirtiéndose en lo que hoy serían 'best sellers'. Sus características no variaron especialmente con respecto a las que se leían en la Edad Media: narraban hechos e historias ficticias de caballeros perfectos, que arriesgan su vida desinteresadamente por lo que creen justo. Este caballero andante, prototipo de heroísmo y de fidelidad amorosa, en una larga serie de viajes por lejanas tierras, busca fama y honor combatiendo contra multitud de caballeros y seres maravillosos. De este modo, se convierte en el paladín de los oprimidos. El deseo de adquirir fama y honor tiene como finalidad última conseguir el amor de su dama, a la que ofrece todas sus victorias.

Dos fueron las novelas de caballería más destacadas de este período: Amadís de Gaula, de Garci Rodríguez de Montalvo; y Tirante el Blanco, de Joanot Martorell (la primera en ser publicada). En la primera, Amadís vive sus aventuras en mundos misteriosos y fantásticos; en la segunda, Tirante, mucho más práctico que Amadís, viaja por toda Europa superando distintos desafíos de corte más realista. Asimismo, Tirante el Blanco se caracteriza por tener sentido del humor del que carece Amadís de Gaula, más elevado y lírico. Ambas novelas influyeron decisivamente en la composición de El Quijote de la Mancha.

LA NOVELA PASTORIL


De origen italiano (La Arcadia, de Jacopo Sannazaro, es la pionera de este género), la novela pastoril traslada, en cierto modo, los motivos de la égloga lírica a la narrativa. Así, narra las desventuras amorosas de unos pastores cultos e idealizados en una naturaleza idílica. Está escrita en prosa, por supuesto, si bien también presenta algunos fragmentos en verso. Los personajes principales son uno o dos pastores que en una tarde soleada, a la sombra de un árbol y en una naturaleza paradisíaca, cuentan sus amores desdichados causados por pastoras. Se trata, eso sí, de falsos pastores, pues hablan y se comportan como caballeros cortesanos. 

Publicada por primera vez en 1559, Los siete libros de la Diana de Jorge de Montemayor fue la principal novela pastoril de la literatura castellana. La obra presenta los amores y pasiones de una pastora llamada Diana. Después de que Sireno, su amante más querido, sea desterrado, Diana se casará con otro hombre. Poco tiempo después, Sireno regresa y se sorprende por que su amante ya esté con otro. A pesar de esta trama argumental trágico-amorosa, en la historia también tienen cabida gigantes, ninfas y otros personajes muy del gusto de la época. El éxito de la obra fue considerable, contando en poco tiempo con traducciones al inglés, francés y alemán. 

LA NOVELA BIZANTINA


La novela bizantina es uno de los principales tipos de prosa narrativa escritos durante el Renacimiento. Se trata del género antecesor de la moderna novela de aventuras, que se desarrolló en España principalmente en los siglos XVI y XVII.

Las características principales de esta novela son:
 
- Su estructura y argumento responden a un esquema común: dos jóvenes amantes que desean casarse, se ven separados y encuentran graves obstáculos que se lo impiden. Tras muchos viajes, raptos, naufragios y aventuras, finalmente se reencuentran y comprueban que su amor ha permanecido fiel a pesar de todo.

- Acciones y espacios realistas, aunque imaginarios.

- Alaba el amor casto y puro, y critica el amor ilícito, que siempre recibe castigo.

El primer español en crear una novela bizantina fue Alonso Núñez de Reinoso con su Historia de los amores de Clareo y Florista. No obstante, la obra más importante de este género es de Jerónimo de Contreras y se titula Selva de aventuras.

LA NOVELA MORISCA


La novela morisca es un fenómeno literario genuinamente español. Tiene sus raíces históricas en la larga y conflictiva convivencia de moros y cristianos en la España medieval, en particular durante la guerra de Granada.

Las narraciones moriscas son relatos de corta extensión que reúnen características propias de las novelas históricas; si bien muestran una estrecha relación con los libros de caballerías en su exaltación del heroísmo e idealizan el amor y las virtudes guerreras del héroe. Una de las características de estas novelas es la maurofilia, es decir, el ecuánime tratamiento que reciben los personajes moros, en pie de igualdad con los cristianos.

De hecho, los protagonistas de estas novelas son musulmanes, que colaboran, en un marco de respeto y honor, con los cristianos. Los ambientes, aunque son realistas, también se describen de forma idealizada y bella, contribuyendo también a ello la forma de hablar de los propios personajes, muy culta, con abundantes recursos literarios…

A pesar de mostrar una etapa de conflicto, estas novelas promulgaban que la convivencia entre ambas culturas había sido (y era todavía) posible, mostrando mucho respeto e interés por la cultura árabe que se había asentado en España durante la Edad Media.

La novela más popular de este género se titulaba Historia del Abencerraje y de la hermosa Jarifa, de autor anónimo. Esta breve novela relata la historia del moro Abindarráez y el cristiano Rodrigo de Narváez. El moro Abindarráez, noble y heroico abencerraje granadino, se dirige a casarse con la hermosa Jarifa. No obstante, en el camino se encuentra con Don Rodrigo de Narváez, alcalde cristiano de Antequera y Álora. Luchan en singular combate, siendo ambos valientes pero, debido a que el cristiano "venía de refresco" y el moro estaba cansado y herido, Abindarráez cae prisionero.

Éste le cuenta entonces su historia: que es "Abindarráez el mozo, de los Abencerrajes de Granada". Le dice que está enamorado de la hermosa Jarifa, siendo esos amores contrariados por el padre de ella. También añade que ella le había mandado aviso de que fuera a visitarla a Coín, que su padre se había ido a Granada, y hacia allá iba, de Cártama a Coín, a casarse con ella, cuando cayó prisionero del cristiano. Entonces Rodrigo de Narváez, "espantado y apiadado", le ofrece ponerle en libertad para que pueda ir a casarse con Jarifa si, a cambio, regresa a su prisión al tercer día. Abindarráez se lo promete y Rodrigo le deja marchar. Ese mismo día llega a Coín y se casa con Jarifa. A la mañana siguiente, apenado, le cuenta a Jarifa que debe marcharse por la promesa. Así lo hace y, finalmente, Rodrigo de Narváez obtiene para Abindarráez el visto bueno del rey de Granada para casarse con Jarifa.

LA NOVELA PICARESCA


La novela picaresca supone el nacimiento de un género novelístico completamente nuevo que tuvo lugar en España en el siglo XVI. Las causas y circunstancias que dieron lugar a este tipo de novelas no están demasiado claras.

Todas las novelas picarescas tienen varios puntos en común tanto en los personajes como en estructura:

1) El pícaro es el antihéroe que encarna el deshonor y su vida es completamente opuesta a la del caballero; frecuentemente practica la mendicidad, siendo un golfillo dispuesto a todo por dinero (roba, engaña…) ya que desea ascender de clase, algo que nunca consigue. Suele pasar hambre y sobrevive gracias a su ingenio en un mundo hostil y cruel, siempre en soledad. 

2) Siempre son autobiográficas ordenadas por los servicios prestados a diferentes amos. El pícaro nos cuenta su paso de la niñez a la madurez, y en todas ellas hay un punto de vista único sobre la realidad: la del pícaro.

3) Estas obras se escriben a modo de carta dirigida a alguien importante. Esto se conoce como género epistolar.

4) A diferencia de las anteriores, su tono es completamente realista, mostrando la verdadera imagen miserable de la sociedad española de la época. 

5) El humor se utiliza como recurso para mostrar situaciones moralizantes y ejemplificantes.

Desde 1599 hasta 1605 floreció este género con sus dos mejores novelas: El Lazarillo de Tormes y Guzmán de Alfarache.

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