viernes, 9 de febrero de 2018

4º ESO: Solución y próximo comentario

En la tranquila noche, mis nostalgias amargas sufría. 
En busca de quietud bajé al fresco y callado jardín. 
En el obscuro cielo Venus bella temblando lucía, 
como incrustado en ébano un dorado y divino jazmín. 

A mi alma enamorada, una reina oriental parecía, 
que esperaba a su amante bajo el techo de su camarín, 
o que, llevada en hombros, la profunda extensión recorría, 
triunfante y luminosa, recostada sobre un palanquín. 

«¡Oh, reina rubia! -díjele-, mi alma quiere dejar su crisálida 
y volar hacia ti, y tus labios de fuego besar; 
y flotar en el nimbo que derrama en tu frente luz pálida, 

y en siderales éxtasis no dejarte un momento de amar». 
El aire de la noche refrescaba la atmósfera cálida. 
Venus, desde el abismo, me miraba con triste mirar.



Azul, Rubén Darío

1.- Tema

Nostalgia o melancolía por el amor imposible.

2.- Resumen

En una noche cualquiera, el poeta se siente solo y se enamora del planeta Venus, a la que adora como a la diosa griega. Lamentablemente, su pasión se torna en amargura cuando percibe que esta no podrá corresponderle.

3.- Estructura externa

Nos encontramos ante un texto perteneciente al género lírico, dividiéndose este en cuatro estrofas que no responden a ningún patrón o esquema conocido. No obstante, al comenzar el autor por dos estrofas de cuatro versos y cerrar el poema con otras dos de tres versos encadenados, podríamos afirmar que Rubén Darío ha intentado simular la estructura de un soneto. Eso sí, hay importantes diferencias. Para empezar, todos los versos son heptadecasílabos, es decir, de 17 sílabas, en vez de las 11 tradicionales del soneto. Asimismo, el esquema de la rima (consonante) también varía: ABAB ABAB CDC DCD, en lugar del clásico ABBA ABBA CDC DCD.

4.- Estructura interna

Podemos dividir este poema en tres partes:

* La primera, que comprendería la primera estrofa, describe la nostalgia del poeta, quien se dirige hacia un jardín en busca de paz, encontrando finalmente a Venus.

* La segunda, que iría desde el quinto hasta el duodécimo verso, sirve al poeta para expresar la profunda y desbordante pasión que Venus ha despertado en su corazón y su deseo de unirse a ella.

* La tercera, que estaría conformada por los dos últimos versos, revela un final amargo para la pasión de Darío, pues, al no verse realizada, el poeta se sume en una melancolía incluso mayor que la que sufría antes.

5.- Recursos literarios

* Anáfora: En la tranquila noche, mis nostalgias amargas sufría. 
En busca de quietud bajé al fresco y callado jardín. 
En el obscuro cielo Venus bella temblando lucía, 


* Polisíndeton: y volar hacia ti, y tus labios de fuego besar; 
y flotar en el nimbo...

* Apóstrofe:¡Oh, reina rubia!

* Símil: como incrustado en ébano un dorado y divino jazmín. 

* Personificación: Venus, desde el abismo, me miraba con triste mirar.

* Derivación: me miraba con triste mirar.

* Hipérbaton: En el obscuro cielo Venus bella temblando lucía,  

* Metáfora: mi alma quiere dejar su crisálida 

y volar hacia ti, y tus labios de fuego besar; 

y flotar en el nimbo que derrama en tu frente luz pálida, 

* Símbolo: el jardín como recreación del corazón del poeta.

* Sinestesia: mis nostalgias amargas sufría

* Hipérbole: y en siderales éxtasis no dejarte un momento de amar». 

* Aliteración: A mi alma enamorada, una reina oriental parecía, 

6.- Relación contextual

Nos encontramos claramente ante un texto perteneciente al movimiento del Modernismo, pues presenta casi todas sus características. Para empezar, en este poema Rubén Darío huye de la realidad, adentrándose, en primer lugar, en un jardín alejado del ruido y la gente. Dicho jardín no es más que un típico símbolo modernista, que representa el corazón triste y solitario del poeta. Acto seguido, contempla a Venus, deseando entonces cruzar el espacio para fundirse con ella. El planeta, de hecho, es descrita como una reina oriental, lo que refuerza la necesidad de Rubén Darío de alejarse lo más posible del mundo que lo rodea y adentrarse en lo exótico. Incluso podría entenderse que Darío confunde al planeta con la diosa griega del amor, introduciéndose así en lo mitológico.

Por otra parte, los temas escogidos por el nicaragüense (principal exponente del Modernismo en castellano) son los tradicionales de este movimiento, puesto que el texto se centra de forma exclusiva en su intimidad, en sus sentimientos. De esta forma, realizamos con el poeta un viaje por la nostalgia, la tristeza, el amor, la pasión y, por último, la melancolía al ver frustrada su intención amorosa con Venus. Se percibe incluso un toque de erotismo en esta composición, lo que queda bastante claro en versos como "en siderales éxtasis no dejarte un momento de amar" o "tus labios de fuego besar". 

Siguiendo con los rasgos del Modernismo, se aprecia claramente la intención de Rubén Darío de crear belleza pura por medio de la palabra. Así, el texto está plagado de recursos literarios que contribuyen a este objetivo, el cual se logra también por medio del empleo de un vocabulario rico y extremadamente culto (palanquín, nimbo, crisálida, siderales, obscuro, éxtasis...), con abundante adjetivación. Todo ello permite la recreación de imágenes sensoriales de gran belleza, como sucede en la comparación entre la posición de Venus en el cielo nocturno y la colocación de un jazmín en una madera fina de ébano. Esto también se percibe en la descripción que realiza de Venus (una reina de cabello rubio, con labios apasionados como el fuego y un rostro luminoso); o en la reconstrucción del ambiente palaciego y lujoso en el que ella lo esperaría (el camarín, que es un lugar donde se guarda una imagen muy venerada; o las alhajas y objetos de valor de dicha escultura).

7.- Relación con la actualidad u otros movimientos literarios

* Comparación de la estética modernista con el Realismo o el Naturalismo.

* Similitudes y diferencias del Modernismo con el Romanticismo.

* Análisis comparativo entre el enfoque del amor y la tristeza de Rubén Darío con el de Gustavo Adolfo Bécquer.

* Semejanzas y diferencias con otros autores modernistas, como Manuel Machado.

* Análisis histórico del tema del amor no correspondido o imposible: Garcilaso de la Vega, Quevedo, Espronceda, Bécquer...

PRÓXIMO COMENTARIO: El árbol de la ciencia, de Pío Baroja

Fecha de entrega: Martes, 20 de febrero

Muchas veces tío y sobrino discutieron largamente. Sobre todo, los planes ulteriores de Andrés fueron los más debatidos. Un día la discusión fue más larga y más completa:

-¿Qué piensas hacer? -le preguntó Iturrioz.

-¿Yo? Probablemente tendré que ir a un pueblo de médico.

-Veo que no te hace gracia la perspectiva.

-No; la verdad. A mí hay cosas de la carrera que me gustan; pero la práctica, no. Si pudiese entrar en un laboratorio de fisiología, creo que trabajaría con entusiasmo.

-¡En mi laboratorio de fisiología! ¡Si los hubiera en España!


-¡Ah, claro, si los hubiera! Además, no tengo preparación científica. Se estudia de mala manera.

- En mi tiempo pasaba lo mismo -dijo Iturrioz-. Los profesores no sirven más que para el embrutecimiento metódico de la juventud estudiosa. Es natural. El español todavía no sabe enseñar; es demasiado fanático, demasiado vago y casi siempre demasiado farsante.

-Además, falta disciplina.

-Y otras muchas cosas. Pero, bueno, tú, ¿Qué vas a hacer; ¿No te entusiasma visitar?

-No.

-Y entonces, ¿Qué plan tienes?

-¿Plan personal? Ninguno.

-¡Demonio! ¿Tan pobre estás de proyectos?

-Sí, tengo uno: vivir con el máximo de independencia. En España, en general, no se paga el trabajo, sino la sumisión. Yo quisiera vivir del trabajo, no del favor.

-Es difícil. ¿Y como plan filosófico? ¿Sigues en tus buceamientos?

-Sí. Yo busco una filosofía que sea primeramente una hipótesis racional de la formación del mundo, después, una explicación biológica del origen de la vida y del hombre.

-¿Y en dónde has ido a buscar esa síntesis?


-Pues en Kant, y en Schopenhauer sobre todo.

-Mal camino -repuso Iturrioz-; lee a los ingleses; la ciencia en ellos va envuelta en sentido práctico. No leas esos metafísicos alemanes; su filosofía es como un alcohol que emborracha y no alimenta. ¿Conoces el Leviatán de Hobbes? Yo te lo prestaré si quieres.

-No; ¿Para qué? Después de leer a Kant y a Schopenhauer, Esos filósofos franceses e ingleses dan la impresión de carros pesados que marchan chirriando y levantando polvo.

-Quizá sean menos ágiles de pensamiento que los alemanes; pero, en cambio, no te alejan de la vida.

-¿Y qué? -replicó Andrés-. Uno tiene la angustia, la desesperación de no saber qué hacer con la vida, de no tener un plan, de encontrarse perdido, sin brújula, sin luz adonde dirigirse. ¿Qué se hice con la vida? ¿Qué dirección se le da? Si la vida fuera tan fuerte que le arrastrara a uno, el pensar sería una maravilla, algo como para el caminante detenerse y sentarse a la sombra de un árbol, algo como penetrar, en un oasis de paz; pero la vida es estúpida, y creo que en todas partes, y el pensamiento se llena de terrores como compensación a la esterilidad emocional de la existencia.

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