Siglo XV. Europa. Es una época de profundos cambios en Europa. Los cristianos tiemblan después de que esto suceda:
En Alemania, un orfebre llamado Gutenberg revolucionará la difusión de la cultura con un invento crucial en la historia de la Humanidad:
En España, tras siete siglos de duración, los Reyes Católicos finalizan la Reconquista:
Sin embargo, en Italia, a lo largo de los siglos XIII y XIV, ya se habían creado los cimientos de una revolución aún mayor. A lo largo de la Edad Media, Dios centraba todos los esfuerzos y preocupaciones del ser humano. Él era el centro del Universo (teocentrismo) y, por consiguiente, el arte, la cultura, la política y la vida en general giraban en torno a la religión y la Iglesia. La población, completamente analfabeta, se centraba en servir a sus señores feudales y a Dios para ganarse un sitio en el Paraíso; mientras que los grandes tratados de filosofía y ciencias se escondían en las frías bibliotecas de los monasterios. Todo el enorme saber de las cunas de nuestra civilización, Grecia y Roma, se olvidó...
...Hasta que, en Florencia, los intelectuales redescubren a los autores griegos y romanos, así como sus obras relacionadas con el Derecho, la filosofía, las ciencias y, por supuesto, la literatura. Y no solo se limitan a traducir o copiar estos textos, sino que se dedican a enseñarlos a la gente, promoviendo la educación y la cultura. De esta forma, la manera de pensar de la antigua Roma se empieza a expandir por toda Italia (también gracias a la imprenta de Gutenberg), en la cual Dios ya no es lo que más importa: el Hombre es el que ha de ser el centro del mundo (antropocentrismo). Y, a pesar de que esta idea pueda ser contraria a la doctrina de la Iglesia, los mismos Papas (además de los grandes comerciantes de Florencia y Venecia) protegerán y subvencionarán a estos científicos y artistas, quienes imitarán las ideas de Grecia y Roma para sus propias investigaciones (uso de la razón) y creaciones (proporciones más humanas de las esculturas, temas mitológicos...).
A nivel artístico, a esta etapa de la Humanidad se la conocerá como Renacimiento; mientras que, a nivel filosófico e intelectual, este movimiento se llamará Humanismo.
Pero regresemos a Florencia, al siglo XIV. Entre los distintos intelectuales que estudian y potencian los textos grecolatinos se encuentra un joven de la Toscana obsesionado con los autores clásicos. Tras estudiarlos en la Universidad, viajó por toda Europa buscando libros que analizar y estudiar. ¿Su nombre? Francesco Petrarca. Junto a Giovanni Boccaccio, promovieron la difusión y la recuperación de la cultura grecolatina (ambos son considerados como padres del Humanismo), de la cual se valieron para componer sus propias obras literarias. Y, mientras Boccaccio apostaba por la narrativa en su Decamerón, Petrarca se dedicaría a la lírica, componiendo su Cancionero.
El Cancionero consta de 366 poemas y todos, absolutamente todos, hablan de una sola persona: Laura. Petrarca conoció a Laura en sus viajes por Francia y se enamoró perdidamente de ella. Lamentablemente, Laura estaba casada y Petrarca era eclesiástico, por lo que su amor era imposible. Sin embargo, eso no le impidió escribirle este conjunto de poemas, en el que expresaba todo lo que sentía por ella. Laura, para Petrarca, era una mujer ideal, pura y muy hermosa; y su amor así queda reflejado en sus composiciones:
Como veis, el amor de Petrarca por Laura era desmedido y le hacía sentir emociones hasta contradictorias. Y lo expresaba con un vocabulario sencillo, claro, equilibrado. Petrarca rechaza las palabras demasiado complejas o cultas y apuesta por un estilo llano y simple, escribiendo sus poemas en versos endecasílabos y sentando las bases del soneto:
En este poema también hace alusiones a la mitología clásica (el arco y las flechas del Amor se refieren a Cupido), algo típico en la literatura renacentista. También hace acto de presencia en su obra el tópico (tema) 'locus amoenus', esto es, el lugar ameno, agradable: un paisaje paradisíaco, muy bello y tranquilo, que refleja el amor que siente por Laura.
Por desgracia, Laura falleció, y eso sumió en una profunda tristeza a Petrarca. Sus poemas, desde entonces, lamentan la pérdida de su amada:
El Cancionero de Petrarca es una de las obras más influyentes de la historia. No en vano, inspiró al mismísimo William Shakespeare. En España, por su parte, muchos poetas se verán influidos por el italiano, como Lope de Vega, Francisco de Quevedo y, sobre todo, Garcilaso de la Vega, del que hablaremos en la próxima entrada... Cerremos, pues, esta con un resumen de las ideas principales:
- El Renacimiento huye del teocentrismo medieval y se vuelca en el ser humano como centro del mundo (antropocentrismo).
- Durante el Renacimiento, se recuperan los temas y los personajes de las mitologías griega y romana.
- El amor, puro e idealizado, es el tema central renacentista.
- La naturaleza se presenta como un lugar apacible, hermoso, paradisíaco. A este tópico literario se le denomina 'locus amoenus'.
- El estilo es claro y equilibrado, con un vocabulario sencillo.
- Petrarca influirá a todos los poetas de Europa a través de su Cancionero, promoviendo los poemas en verso endecasílabo y sentando las bases del soneto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario