martes, 31 de octubre de 2017

4º ESO: Soluciones y próximo comentario

SOLUCIÓN: Cartas marruecas, de José Cadalso

El atraso de las ciencias en España en este siglo, ¿quién puede dudar que procede de la falta de protección que hallan sus profesores? Hay cochero en Madrid que gana trescientos pesos duros, y cocinero que funda mayorazgos; pero no hay quien no sepa que se ha de morir de hambre como se entregue a las ciencias, exceptuadas las de pane lucrando que son las únicas que dan de comer.

Los pocos que cultivan las otras son como aventureros voluntarios de los ejércitos, que no llevan paga y se exponen más. Es un gusto oírles hablar de matemáticas, física moderna, historia natural, derecho de gentes, y antigüedades, y letras humanas, a veces con más recato que si hiciesen moneda falsa. Viven en la oscuridad y mueren como vivieron, tenidos por sabios superficiales en el concepto de los que saben poner setenta y siete silogismos seguidos sobre si los cielos son fluidos o sólidos.

Hablando pocos días ha con un sabio escolástico de los más condecorados en su carrera, le oí esta expresión, con motivo de haberse nombrado en la conversación a un sujeto excelente en matemáticas: «Sí, en su país se aplican muchos a esas cosillas, como matemáticas, lenguas orientales, física, derecho de gentes y otras semejantes».

Pero yo te aseguro, Ben-Beley, que si señalasen premios para los profesores, premios de honor, o de interés, o de ambos, ¿qué progresos no harían? Si hubiese siquiera quien los protegiese, se esmerarían sin más estímulo; pero no hay protectores.


1.- Tema

El atraso de las ciencias en España.

2.- Resumen

En este texto Gazel escribe a Ben-Beley para exponerle la situación de atraso que viven las ciencias en España, así como la escasa importancia que se le da a aquellos que dedican su vida al estudio, la enseñanza y la investigación. Es por ello que estos genios "viven en la oscuridad", sin recibir ningún tipo de reconocimiento o protección.

3.- Estructura externa

Este texto pertenece al género didáctico-narrativo, más concretamente al ensayo. A su vez, el autor ha utilizado el género epistolar, a saber, ha escrito una especie de carta a un personaje de ficción. Se distinguen en él, por tanto, tres partes, a saber:

- Una introducción, que engloba todo el primer párrafo.

- Un desarrollo, compuesto por los párrafos segundo y tercero.

- Y un desenlace, conformado por el último párrafo.

4.- Estructura interna

Como ya se ha indicado, el texto goza de tres partes:

* En la introducción el autor presenta el tema, a saber, el atraso de las ciencias en España.

* En el desarrollo, el autor denuncia las condiciones de olvido y pobreza a las que están condenados aquellos que dedican su vida a la ciencia, al estudio y a la enseñanza, siendo incluso vilipendiados por otros 'sabios'.

* En el desenlace, Gazel propone que, para remediar esta situación, los profesores y los científicos reciban honores y protección; si bien entiende que esta solución es inviable actualmente.

5.- Recursos literarios

* Comparación: "Los pocos que cultivan las otras son como aventureros voluntarios de los ejércitos"

* Ironía: "a veces con más recato que si hiciesen moneda falsa"

* Enumeración: "matemáticas, física moderna, historia natural, derecho de gentes, y antigüedades, y letras humanas"

* Preguntas retóricas: "¿quién puede dudar que procede de la falta de protección que hallan sus profesores?"

* Metáfora: "Viven en la oscuridad"

6.- Relación contextual


Habiendo visto todas estas características, se puede afirmar que este fragmento de Cartas marruecas pertenece al movimiento de la Ilustración, puesto que pretende criticar de forma constructiva a la sociedad con el fin de mejorarla. Asimismo, destaca la importancia que le daban los ilustrados a los conocimientos y las ciencias. Esto es visible en las múltiples referencias que hace Cadalso a la enseñanza, la cual era muy valorada por los autores de la Ilustración.

Otro de los rasgos que indican que este texto pertenece al movimiento ilustrado es el lenguaje sencillo que utiliza el ensayista, con el que pretende llegar a todo tipo de público. De aquí se puede deducir otra característica: el hecho de que se trate de un ensayo, puesto que dicho género no se había cultivado en exceso en etapas anteriores. 

Finalmente, cabe destacar el sutil empleo de la ironía en todo el texto, con la cual pretende criticar y refutar la actitud española frente a las ciencias. Así, no solo ensalza la modestia de los científicos ("a veces con más recato que si hiciesen moneda falsa"), sino que, sobre todo, satiriza la postura de los sabios escolásticos en la figura de un personaje que considera como "cosillas" a las matemáticas o la física, ciencias fundamentales en el desarrollo de la Humanidad en los tres últimos siglos.

7.- Relación con la actualidad y/u otros movimientos

Existían múltiples posibilidades:

- Relacionar el estilo recargado del Barroco frente a la sencillez de la Ilustración.

- Comparar los poemas de Quevedo sobre la España decadente frente al espíritu crítico de Cadalso.

- Señalar la gran cantidad de científicos y universitarios que han tenido que emigrar de España en los últimos años por la falta de apoyo financiero y de trabajo.

- Indicar cómo se ha recortado en I+D y educación en España desde la crisis de 2008.

- Reflejar cómo son tratados los profesores y los científicos hoy día en nuestro país.


PRÓXIMO COMENTARIO: Canto a Teresa, de José de Espronceda

FECHA DE ENTREGA: Martes, 14 de noviembre

¿Por qué volvéis a la memoria mía,
Tristes recuerdos del placer perdido,
A aumentar la ansiedad y la agonía
De este desierto corazón herido?
¡Ay! que de aquellas horas de alegría
Le quedó al corazón sólo un gemido,
Y el llanto que al dolor los ojos niegan
Lágrimas son de hiel que el alma anegan.


¿Dónde volaron ¡ay! aquellas horas
De juventud, de amor y de ventura,
Regaladas de músicas sonoras,
Adornadas de luz y de hermosura?
Imágenes de oro bullidoras.
Sus alas de carmín y nieve pura,
Al sol de mi esperanza desplegando,
Pasaban ¡ay! a mi alrededor cantando.



¡Oh Teresa! ¡Oh dolor! Lágrimas mías,
¡Ah! ¿dónde estáis que no corréis a mares?
¿Por qué, por qué como en mejores días,
No consoláis vosotras mis pesares?
¡Oh! los que no sabéis las agonías
De un corazón que penas a millares
¡Ah! desgarraron y que ya no llora,
¡Piedad tened de mi tormento ahora!

¡Oh dichosos mil veces, sí, dichosos
Los que podéis llorar! y ¡ay! sin ventura
De mí, que entre suspiros angustiosos
Ahogar me siento en infernal tortura.
¡Retuércese entre nudos dolorosos
Mi corazón, gimiendo de amargura!
También tu corazón, hecho pavesa;
¡Ay! llegó a no llorar, ¡pobre Teresa!

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