A lo largo del año pasado, estuvimos estudiando lo que era la literatura, cuyo objetivo esencial consiste en crear belleza con las palabras. Está relacionado, por tanto, con la función poética del lenguaje. Si bien puede perseguir otros fines (expresar sentimientos, defender causas políticas o sociales, etc.), la estética es su principal meta.
No obstante, es preciso indicar que no todos los textos literarios son iguales. Es más, podemos distinguir con claridad tres tipos distintos de obras literarias, es decir, tres grandes géneros literarios, que son:
a) La narración literaria: su objetivo es contar en prosa una historia con personajes en un lugar y tiempo determinados. Se diferencia de la narración no literaria o periodística (de la que hablaremos dentro de poco) en que la historia, los personajes e incluso los lugares son ficticios, imaginarios, inventados, como podemos comprobar en este caso:
En él, la historia que se nos narra (el cuervo que aprisiona el alma de Homer para toda la eternidad) no es en absoluto cierta; sus personajes no existen, como tampoco la mansión donde sucede este asombroso suceso. Asimismo, podéis notar cómo el narrador (la figura que nos cuenta los hechos) cuida mucho su vocabulario, con sinónimos, palabras cultas, recursos literarios... Es decir, crea belleza con su narración. Por todo ello, podemos concluir que se trata de una narración literaria.
b) La lírica: este género es completamente diferente al anterior. Aquí ya no se nos quiere contar unos hechos con personajes. De hecho, ni siquiera suele haber personajes. El objetivo de la lírica es, sencillamente, expresar en verso los sentimientos de una persona. Veamos un ejemplo:
En este poema (recitado por el artista musical Alejandro Sanz), su autor, el premio Nobel Pablo Neruda, se sirve de los versos para mostrarnos el sentimiento que le provoca una mujer: amor, ternura...
c) El teatro: o género dramático, también nos cuenta una historia con personajes en un lugar y tiempo determinados. Entonces, ¿en qué se diferencia de la narrativa? Veamos un ejemplo para entenderlo:
¿Qué diferencias fundamentales hay con respecto a una narración? Para empezar, no hay narrador: nadie nos cuenta lo que está pasando. Por el contrario, nos enteramos de lo que sucede a partir de los diálogos y acciones de los personajes. Además, si os fijáis bien, los personajes hablan en verso; y es que una obra de teatro puede escribirse en verso o en prosa (a diferencia de la narrativa, que se escribe, fundamentalmente, en prosa). Por último, hay que destacar una cuestión más: una narración se escribe para que la gente la lea; sin embargo, un teatro tiene un propósito bien distinto. ¿Cuál? Muy sencillo: ser representado por actores (como en este ejemplo) para un público.
Y esto fue todo lo que vimos en el día de hoy. Si hay alguna duda, por favor, no dudéis en utilizar los comentarios. Yo os responderé lo antes que pueda. ¡Ánimo y a seguir trabajando!
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