Cuando tenemos que analizar un término y dividirlo en morfemas, seguiremos los siguientes pasos:
1) Si la palabra es un verbo, lo primero que hay que hacer es localizar su infinitivo. Ejemplo: 'Animabais' es parte del verbo animar, por lo que su infinitivo será animar.
2) A continuación, elimino, en ese infinitivo, las partículas -ar, -er o -ir. Lo que quede tras realizar esa operación será el lexema o raíz de ese verbo. En nuestro ejemplo, si a 'animar' le quito -ar, lo que queda es 'anim-'. Pues bien, esas letras conformarán su lexema o raíz.
3) Ya que 'Anim-' es el lexema, lo que nos queda es '-abais', que será un morfema. Pero, ¿de qué tipo? Muy fácil: todos los verbos, absolutamente todos, tienen después del lexema un morfema flexivo. SIEMPRE. Por tanto, la palabra analizada nos quedaría así:
Anim / abais
LX MF
4) Si la palabra que tuviéramos que analizar no fuera un verbo, sino un sustantivo, un adjetivo o cualquier otra categoría, haremos lo siguiente. Ante todo, pensaremos en palabras relacionadas con la que tenemos que separar en morfemas. Ejemplo: Sonrojo - Palabras parecidas: rojo, roja, rojizo...
5) Acto seguido, vemos qué letras se repiten constantemente: sonrojo, rojo, roja, rojizo... En nuestro ejemplo, 'roj-' es lo que siempre se repite, por lo que eso será el lexema o raíz de la palabra.
6) Una vez que tenemos localizado el lexema, nos toca buscar los morfemas. Primero, vamos a ver si hay flexivos, esto es, los que nos indican género (masculino o femenino) o número (singular o plural). Generalmente, el masculino viene indicado por el morfema flexivo '-o', el femenino por el flexivo '-a' y el plural por el flexivo '-s' o '-es' (en el caso de las palabras que acaban con consonante). Por tanto, lo primero que hemos de buscar es la '-o', la '-a' o la '-s'/'-es', que serán los flexivos. En nuestro ejemplo, ¿hay alguno? Sí, la '-o': sonrojo - Por tanto, esa -o será un morfema flexivo.
7) Tras comprobar si hay o no flexivos, todo lo que nos falte por catalogar será, por descarte, morfema derivativo. En nuestro ejemplo, ya tenemos que roj- es el lexema y -o, un morfema flexivo; por tanto, sólo nos queda Son-, que será morfema derivativo.
8) Por último, no hay que olvidar que los derivativos que están antes del lexema se llaman prefijos, y los que se encuentran después, sufijos. En nuestro ejemplo, Son- está antes del lexema roj-, por lo que será un derivativo prefijo.
Y así quedaría el análisis:
Son / roj / o
DP LX F
Veamos otro ejemplo:
Soleados - sol, soleada, solano... Tienen en común sol, por lo que ese es el lexema:
Sol / eados
LX
Nos queda -eados, de donde tienen que salir los morfemas de la palabra. Lo primero es buscar los flexivos, esto es, -o de masculino, -a de femenino y -s/-es del plural. ¿Hay algo de esto en la palabra 'Soleados'? Sí, una -o y una -s. Por tanto, esos serán los flexivos:
Sol / ead / o / s
LX F F
Y como ya tenemos todos los flexivos, lo que nos quede serán morfemas derivativos. En este caso:
Sol / ead / o / s
LX DS F F
Dado que va detrás del lexema, queda claro que es un sufijo. Y así terminaríamos nuestro análisis.
* Por otra parte, también hemos estudiado que puede suceder, tanto en los verbos como en las demás categorías morfológicas, que el lexema o raíz experimente algunas variaciones. Más concretamente, hemos visto dos clases de estas irregularidades:
1) Cambiar una consonante por otra, como sucede, por ejemplo, en "toqué - tocar". Estas alteraciones se deben a cuestiones ortográficas. Si en "toqué" dejásemos la letra c (en vez de sustituirla por la qu), la palabra no sonaría igual ("tocé"), puesto que la c, al lado de la e, suena como una z, y no como una k. Por eso mismo, en castellano empleamos la qu para hacer el sonido /k/ delante de las vocales e, i. Otro caso sería el de "pez - peces" o "cabeza - cabecita": la z nunca se utiliza delante de la e o la i; para hacer el sonido de la z delante de esas vocales, se emplea siempre la c (cine, cena).
Si apareciese una palabra así, no tenéis por qué inquietaros: la nueva consonante formará parte del lexema o raíz siempre y cuando mantenga el mismo sonido que poseía la consonante a la que ha sustituido.
2) Irregularidades en las vocales, como en "jugar - juego", "pedir - pido", "pensar - pienso" ("viejo - vejete") o "poder - puedo" ("fuego - fogata"). Cuando esto suceda, recordad:
- Que la "e" de un lexema se puede cambiar por "ie", y viceversa. Por tanto, el lexema de "pienso" sería "piens-", a pesar de que la raíz del verbo sea "pens-".
- Que la "o" y "ue" también pueden alternarse: "pod-" - "pued-".
- Que puedo reemplazar la "u" por "ue": "jug-" - "jueg-".
- Y que la "e" puede dejar su sitio a una "i": "ped-" - "pid-".
* Tampoco podéis olvidar que existen algunos sufijos que siempre son iguales. He aquí un listado de los más importantes:
SUFIJOS
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SIGNIFICADOS
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EJEMPLOS
|
-ABLE
(ADJETIVOS)
|
CAPACIDAD
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RENOVABLE
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-IBLE
(ADJETIVOS)
|
CAPACIDAD
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TEMIBLE
|
-AJE
(SUSTANTIVOS)
|
ACCIÓN
|
FICHAJE
|
-CIÓN
(SUSTANTIVOS)
|
ACCIÓN
|
ACCIÓN
|
-MIENTO
(SUSTANTIVOS)
|
ACCIÓN
|
MOVIMIENTO
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-EDA
(SUSTANTIVOS)
|
LUGAR
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ARBOLEDA
|
-ISTA
(SUSTANTIVOS)
|
OFICIO
|
PIANISTA
|
-AL
(ADJETIVOS)
|
CUALIDAD
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NATURAL
|
-ENSE
(ADJETIVOS)
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GENTILICIO
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LONDINENSE
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-ÍA (SUSTANTIVOS)
|
CAPACIDAD
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ALEGRÍA
|
-EZA (SUSTANTIVOS)
|
CAPACIDAD
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BELLEZA
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-ERÍA (SUSTANTIVOS)
|
LUGAR
|
ZAPATERÍA
|
Por último, nos queda catalogar las palabras según su composición en morfemas. En este sentido, hay que destacar tres tipos:
A) La palabra será simple (o primitiva) si solo posee lexema (pan, sol, mar) o lexema y morfemas flexivos (perro, gato, amarillas, peces).
B) La palabra será compuesta si posee dos o más lexemas: cortafuegos, rascacielos, camposanto...
C) Si la palabra posee algún derivativo, ya sea prefijo o sufijo, será derivada. Soleado o sonrojo, por ejemplo, serían derivadas, ya que cuentan con un sufijo y un prefijo, respectivamente.
¿Dudas? Pues haced uso de los comentarios y preguntadme lo que queráis.
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